María del Carmen, maltratada: "El GPS fallaba mucho, nos hizo la vida imposible"

María del Carmen, en el barrio donde vive (FOTO: JORGE PARÍS).
María del Carmen, en el barrio donde vive (FOTO: JORGE PARÍS).
JORGE PARÍS
María del Carmen, en el barrio donde vive (FOTO: JORGE PARÍS).

María del Carmen Martínez quiere dar la cara para decirlo bien alto. "El aparatito no funciona. No funciona. ¿Cuántas mujeres tienen que morir para que se den cuenta?" El "aparatito" es el localizador GPS que se utiliza para controlar a presos con permiso y a maltratadores con una orden de alejamiento.

El mismo GPS que llevaba Maximino Couto, el recluso que, aprovechando un permiso penitenciario, mató el sábado a su novia e intentó asesinar a su ex mujer. En su camino hirió a dos vecinos y a un policía. Couto se deshizo del emisor que emite la señal de su GPS ese sábado. "Esa incidencia generó una alarma que se recogió de inmediato en la Unidad Central deVigilancia. A pesar de que el dispositivo electrónico funcionó, la alarma no fue detectada por los funcionarios del servicio", señalan en Instituciones Penitenciarias, sinprecisar los motivos.

Era un sin vivir, una tensión, sonaba muchas noches de madrugada
Una muerte que demuestra que
"elGPS no sirve", denuncia María del Carmen, de 50 años. Ella fue una de las tres primeras maltratadas que
en 2006 empezó a llevar el dispositivo GPS. Su ex marido, el brazalete; y Carmen, el emisor que le avisaba a ella y a la Policía por si su ex pareja se acercaba físicamente. "F
ue una experiencia horrible tanto para mí como para mis cuatro hijos". El problema de Carmen no fue que el GPS no le avisara, sino que sonaba a todas horas sin motivo. "
Era un sin vivir, una tensión, sonaba muchas noches de madrugada, toda la familia en vilo, la Policía viniendo a nuestra casa. Y nada, mi ex seguía a cientos de kilómetros, en otra provincia".

Carmen
aguantó un año y pidió a su abogado que se lo quitaran, tanto a su ex pareja y agresor como a ella. "Era insoportable. Nunca me dijeron porqué sonaba sin motivo, me lo llegaron a cambiar, pero nada. Estuve a punto de tirarlo a la basura. Ahora, sin él vivimos más tranquilos y relajados.
Llegué a odiar su pitido".
1.834 presos tienen control telemático

Además de los sistemas de vigilancia que controlan a los presos en sus permisos, tres comunidades, Baleares, Madrid y La Rioja, han implantado pulseras antimaltratadores que actualmente llevan unas 200 mujeres. 1.834 presos tienen control telemático, la mayoría con pulseras y sólo unos 30 con GPS.

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