El Ministerio Fiscal basó su solicitud, en primer lugar, en la gravedad del delito que se atribuye al detenido, en concreto un delito contra la salud pública, relativo a sustancias que no causan grave daño a la salud pero en cantidad de notoria importancia, dado que las drogas aprehendidas -en un establecimiento que regenta el detenido en Llanera, en su vehículo y en su domicilio- suman 37 kilos de hachís.

La Fiscalía, que considera que hay indicios suficientes de criminalidad en el detenido, entiende además que existe riesgo de fuga en el caso de que sea puesto en libertad. Se le incautaron también 6.000 euros, que el detenido reconoció que provenían de la venta de estupefacientes, una báscula de precisión y dos teléfonos móviles, uno de los cuales admitió que era para almacenar sus contactos de venta de droga.