Raúl, de 58 años, entró en el Hospital de Terrassa (Barcelona) el pasado 26 de marzo con síntomas leves de coronavirus y despertó tres meses después tras haberse pasado 125 días en la UCI intubado y con un coma inducido. 

En todo ese tiempo de lucha a vida o muerte contra el virus no ha podido ser visitado por sus familiares, que sí que recibían noticias del empeoramiento de su estado de salud. 

"Fue muy duro", recuerda su hermana Marisol, que agradece a los profesionales del centro sanitario "la excelente atención hacia él y con nosotras (ella y su madre, de 77 años) para poder soportarlo". 

"Mi madre ha sufrido lo que no ha sufrido en su vida. Cada día esperaba la llamada del hospital, sin saber lo que le iban a decir, porque llegó a estar muy grave", rememora Marisol durante una entrevista concedida junto a su hermano al programa Espejo Público de Antena 3. 

"Cuando desperté del coma pensé que me había atropellado un camión o que 
me habían secuestrado"

Su hermano se empezó a encontrar mal en Madrid, donde fue hospitalizado en un primer momento. Al agravarse su estado, con fiebre alta, fue trasladado a Terrassa. "Cuando desperté del coma pensé que me había atropellado un camión o que me habían secuestrado", explica Raúl, que está inmerso en un proceso de recuperación tras tres meses en cuidados intensivos luchando por su vida. 

"No recuerdo nada", reconoce Raúl, que sigue ingresado, pero ahora en la planta del hospital, y que se enfrenta a un lento proceso de recuperación tras tres meses inmovilizado, lo que incide en una práctica paralización de la musculatura corporal. "Nunca pensé que me fuera a pasar esto", confiesa.