Pueblos incomunicados, carreteras cortadas y colegios cerrados. Este es el panorama que el temporal de nieve está provocando en Galicia desde que comenzó a azotar la comunidad en la noche del pasado viernes. Aunque los expertos meteorológicos aseguran que el tiempo mejorará mañana, lo cierto es que ayer mismo la Agencia Estatal de Meteorología declaró en alerta las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra ante la posibilidad de que se registrasen importantes nevadas.

Unas precipitaciones que se suman a las de los últimos días, que mantienen diversos pueblos aislados en las zonas montañosas de Lugo y Ourense y que ayer impidieron que 4.612 escolares asistiesen a clases. Un total de 31 centros de toda Galicia permanecieron cerrados totalmente ante la imposibilidad de moverse por carretera en sus municipios. Y otros 54 abrieron, pero sin todos los alumnos.

Los municipios coruñeses de Teixeiro, Curtis, Monfero, Aranga, As Pontes, Toques y Vilasantar fueron los más afectados. En Pontevedra, fueron los niños de Forcarei, Agolada, Dozón y Rodeiro los que se tuvieron que quedar en casa.

La presencia de nieve en las carreteras obligó ayer a usar cadenas en diversos puntos y algunas vías de Ourense fueron cerradas a la circulación de camiones y autobuses. Las máquinas quitanieves tuvieron que trabajar a destajo en toda la comunidad, incluso en la autovía A-6, a su paso por Aranga (A Coruña) y Pedrafita do Cebreiro (Lugo).

Emergencias médicas

La presencia de nieve en la calzada y la caída de árboles aislaron decenas de aldeas. La asociación SOS Courel denunció ayer que la localidad de Paderne continúa sin luz ni teléfono desde el pasado viernes. También informó de que una mujer accidentada tuvo que ser trasladada en brazos varios metros para sortear un cable de alta tensión que cayó sobre una carretera.

También fueron los propios vecinos de Vilardevós, en Ourense, los que trasladaron al hospital de Verín a un vecino enfermo al atascarse la ambulancia en la nieve.

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