Después de 42 años de servicio, el día del adiós llegó para Rafael, un bombero al que sus compañeros del Parque Central le dieron un homenaje de despedida este sábado. Se jubilará el día 18.

En sus 42 años de bombero ¿qué olvidaría si pudiera?

En todo estos años he puesto mi vida en peligro varias veces. Los peores momentos fueron cuando murieron dos compañeros asfixiados tras un incendio en Puente y Pellón.

¿Su mejor anécdota?

Un día que pasaron lista nos dijeron que fuéramos a la Plaza del Museo para descolgar el cuadro de la prisión del fresco de Murillo, de valor incalculable.

¿Han cambiado los equipos y los coches en este tiempo?

Sí. Antes entrábamos a los incendios con un pañuelo en la boca y con unos equipos muy precarios. Los coches ahora también están mejor preparados.

¿Que opina del estado de las instalaciones?

Está claro que deben mejorar. Llevamos tiempo esperando las obras de ampliación del parque central.

¿Qué se debe hacer y qué no se debe hacer ante un fuego?

Es muy importante cerrar todas las ventanas para no oxigenar el incendio. Después, llamar al cuerpo, que no tardará más de cuatro minutos en llegar.

¿Y que hacen mientras esperan una emergencia?

La gente cree que jugamos a las cartas, pero lo cierto es que nunca estamos parados. Hacemos prácticas por la mañana y clases teóricas por la tarde.

¿Qué se necesita para ser bombero?

Estar en forma, ser valiente y tener la cabeza fría.CONSULTA AQUÍ MÁS