"Esta es una cuestión de responsabilidad colectiva, necesitamos de todos y todas. Yo si fuera alcalde, y lo fui, desde luego no sería nada permisivo porque la mayor amenaza para un municipio es que surja un brote. Ahora lo sensato y responsable es controlar el virus y hay que sancionar a quienes incumplan", ha insistido Barbón.

Adrián Barbón hacía este llamamiento en la rueda de prensa que ha ofrecido para hacer balance de su primer año al frente del Gobierno del Principado. Un balance que ha estado marcado por la crisis sanitaria que "lo ha parado todo".

Sobre la situación y la afectación actual, Barbón ha indicado que por el momento todos los casos activos de la región "parecen importados", lo que posibilita un mayor control de los mismos. No obstante ha indicado que en cualquier momento puede cambiar la situación y se puede dar transmisión comunitaria.

En este sentido ha insistido en que si la situación empeora tomarán todas las decisiones y medidas contundentes que hagan falta dentro de sus competencias, por ejemplo los confinamientos parciales para evitar males mayores.

Adrián Barbón ha lamentado la incoherencia de algunas comunidades que antes reclamaban cuestiones al Gobierno central que ahora que ellas tienen competencias no aplican, como la obligatoriedad del uso de mascarilla.

LABOR DE LOS PROFESIONALES EN EL CONTROL DE REBROTES

También ha defendido la labor de los sanitarios asturianos en lo que a la vigilancia epidemiológica se refiere y ha explicado que en Asturias hay 37 personas a mayores de las que ya contaban en la consejería y además en Asturias también la atención primaria actúa en las labores de vigilancia y control.

"Aquí por cada positivo se vigila a una de media a 9 personas de contactos. Además somos una de las pocas comunidades que en 24 horas hace toda la trazabilidad de los contactos estrechos de cada positivo.

En su balance de legislatura ha insistido en destacar la buena gestión de la crisis sanitaria que ha indicado debe ser un orgullo para todos los asturianos. Además ha indicado que la misma ha servido para aflorar y dejar claras algunas certezas como la importancia clave del medio rural, la necesidad de llevar a cabo una reforma de la Administración de la que se lleva mucho tiempo hablando pero sin afrontarla o que los que hasta enero o febrero hacían discurso contrario a la necesidad de un sistema sanitario fuerte consideren ahora que ese debate debe quedar orillado.