El tiempo corre y las posturas se van acercando tímidamente de cara a aprobar los fondos de recuperación que la UE prepara para hacer frente a los efectos de la crisis del coronavirus. El viernes fue de tensión, pero el sábado ha sido de acercamientos. Pocos y con cautela, pero al fin y al cabo acercamientos. Aunque la negociación sigue encallada. Quedan muchos puntos por pulir y sigue sin descartarse la opción de tener que recurrir a otra cumbre del Consejo Europeo en septiembre para rematar el pacto. Norte y sur han cedido, y sobre la mesa están los siguientes elementos:

¿Hay una propuesta nueva?

El presidente del Consejo Europeo matizó la propuesta inicial para tratar de acercar posturas. No hay grandes cambios, pero sí los suficientes como para vislumbrar un poco de luz. No toca la cantidad total del fondo: 750.000 millones de euros, pero sí el reparto de los mismos. En este nuevo plan, 300.00 irían destinados a préstamos mientras que 450.000 se darán en transferencias a fondo perdido.

Además, incluye un llamado "freno de emergencia", tal como se recoge en el documento. Con esto, un solo país de los 27 podría pedir, en el plazo de tres días, que sus dudas sobre un plan nacional se eleven a una reunión extraordinaria a nivel de ministros de Finanzas e incluso a una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. Esto da alas a una de las peticiones de Países Bajos.

¿En qué ha cedido el sur?

Esta nueva propuesta deja al sur en una posición parecida a la inicial. Mantiene la cuantía total del plan, pero cede 50.000 más para préstamos, aunque países como España, Italia o Portugal son firmes partidarios de las transferencias. Mantienen que esta "no es una crisis que se deba a malas políticas", por lo que la deuda "debería compartirse". Eso sí, rechazan de plano la posibilidad de veto.

Dentro de los 450.000 millones en transferencias directas, los Estados miembros recibirían 325.000 millones en subvenciones a través del Fondo para la Recuperación y la Resiliencia, el pilar más importante del plan, lo que supone un incremento de 15.000 millones de euros.

El resto iría canalizado a las capitales a través de otros programas que sufren recortes, como la dotación extraordinaria para la Política de Cohesión (que se queda en 45.000 millones) o el nuevo plan Juncker, rebautizado InvestEU (11.500 millones).

Desaparece en la nueva propuesta el fondo para incentivar inversiones privadas en empresas a través del Banco Europeo de Inversiones, que contaba con un presupuesto de 26.000 millones y buscaba solventar el escaso margen fiscal de algunos países como España para recapitalizar su tejido productivo.

¿Y el norte?

El norte ha suavizado su discurso sobre las transferencias, que rechazaba en un principio. El reparto, 60-40 en favor de las subvenciones sigue sin colmar las expectativas de los frugales, que a cambio se llevan precisamente la posibilidad de veto. El documento también recoge un incremento de los cheques o correcciones que se hacen en las contribuciones de los países más ricos del bloque para que aporten menos dinero al presupuesto comunitario. En total, Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Países Bajos se ahorrarían 46.000 millones de euros entre 2021-2027 que tendrían que completar el resto de socios.

¿Qué balance hace España?

El Gobierno de Pedro Sánchez reconoce los pequeños avances, pero siguen sin disparar el optimismo. Consideran "interesante" el reparto entre préstamos y transferencias, pero reconocen "problemas en cuanto a la gobernanza". Sí valoran positivamente el hecho de que se mantenga la totalidad de 750.000 millones.

¿Habrá acuerdo este fin de semana?

Las opciones de que el acuerdo se cierre ya son algo mayores que hace unas horas, pero sigue siendo "muy complicado", comentan las fuentes consultadas por 20minutos. Los frugales no se dan por satisfechos con la propuesta del presidente del Consejo, aunque el tono en cierto modo haya cambiado. Queda tela que cortar.