El ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall evoca en sus memorias la "soledad" que sintió en muchos momentos de su trayectoria política.
Oda Inacabada (RBA Editores) es el título de las memorias de Maragall (Barcelona, 1941), en las que el alcalde de la Barcelona olímpica y ex líder del PSC relata con cierta amargura los choques que tuvo a lo largo de su carrera con la familia socialista además de abordarla enfermedad que padece, el mal de Alzheimer.
Además, relata que usa "truquillos antialzhéimer" como repasar mentalmente todo el abecedario hasta topar con la letra de la cosa que está buscando.
Y también desvela una de sus pesadillas "llegará el día en que olvidaré el nombre de Diana, o el mío". Pero añade: "cuando me entristezco imagino qué música me gustaría que sonara el día de mi funeral (...) No tengo ganas de morirme, ya lo he dicho. Pienso dar aún mucha guerra. Pero ahora la muerte y su llegada las tengo más presentes que antes".
Momentos amargos
Uno de los momentos más evidentes del distanciamiento entre Maragall y el aparato del PSC fue a raíz de su polémica acusación a CiU, en sede parlamentaria, por beneficiarse de comisiones ilegales del 3% en la adjudicación de obra pública, "uno de los episodios más duros de mi carrera y probablemente el que más cicatrices me dejó".
También constata su "soledad" en el proceso de aprobación del Estatuto, en el que lanza un velado reproche al primer secretario del PSC, José Montilla, y a la ejecutiva del partido, por propinarle un "golpe político" al proponer enmiendas al texto aprobado por el Parlamento catalán, incluido el PSC, el 30 de septiembre de 2005.
"Eso fue más que una contradicción. Fue una desconsideración política a la cámara catalana impropia de un partido llamado nacional catalán. Y también fue un golpe bajo al presidente de la Generalitat", asegura.
Sobre Montilla y Zapatero
Maragall celebra la elección de Montilla como presidente y destaca que "poco a poco ha ido dando muestras de asumir su papel presidencial y lo que ello implica ante el Gobierno de Madrid, sea amigo o adversario. Sólo espero que el partido no le abandone como hizo en mi caso".
Cuenta Maragall en sus memorias que su distanciamiento de Zapatero empezó en enero de 2004, al trascender la entrevista del entonces conseller en cap, Josep Lluís Carod-Rovira, con dirigentes de ETA, cuando el líder del PSOE pidió el "cese" de Carod.
Sus memorias, de 359 páginas y cuyo prólogo lo ha escrito Gabriel García Márquez, se cierran con un capítulo dedicado a su experiencia bajo la enfermedad de Alzheimer.
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