La piel es la primera barrera natural frente a las agresiones externas ya que evita la invasión de microorganismos, a menos que esté físicamente dañada, tal y como destacan en MSD Manuals. Así, protege al organismo de la acción perjudicial de virus, bacterias u otros microorganismos, regula la temperatura corporal y actúa como barrera física ante posibles traumatismos o agentes agresivos.
Por esta razón,su cuidado es esencial para mantenerla sana y que pueda actuar como mecanismo de defensa. Además de evitar factores ambientales externos perjudiciales, una de las formas de aumentar las defensas de la piel es mediante la alimentación.
¿Cómo aumentar las defensas de forma natural?
La nutrición y los hábitos saludables influyen notablemente en el sistema inmunológico. A nivel general, se pueden adoptar una serie de pautas para ayudar a aumentar las defensas del organismo de forma natural. Tal y como señalan en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), algunos de los hábitos más sencillos son los siguientes:
- Mantener una alimentación sana y equilibrada, principalmente a base de verduras, frutas y vegetales porque son fuente de vitaminas y minerales que poseen propiedades para aumentar las defensas del organismo. Algunos de los alimentos recomendados son: la naranja, el ajo, la zanahoria, el brócoli, la miel de abejas, el jengibre o el limón.
- Aumentar la ingesta de alimentos calóricos en las épocas en las que el organismo tiende a debilitarse como el otoño o invierno. La variedad dietética es muy importante y se recomienda incrementar el consumo de frutos secos, huevos, carnes y legumbres.
- Evitar productos con grasas saturadas y azúcares refinados.
- Beber bastante agua para mantener una correcta hidratación.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y ventilar con regularidad los espacios cerrados para renovar el aire.
- Dormir bien y mantener una correcta higiene del sueño.
- Evitar episodios de estrés o ansiedad, ya que pueden afectar a nuestras defensas.
- Mantener una higiene óptima.
- Practicar ejercicio físico, al menos, 30 minutos diarios.
- Tener una actitud optimista.
¿Cómo influye la alimentación?
Respecto al cuidado concreto de la piel, seguir unas rutinas diarias para prevenir posibles infecciones o enfermedades es muy sencillo. "Fundamentalmente, nuestro cuidado diario de la piel debe responder a tres pilares básicos: la hidratación, ingerir alimentos saludables y tener una eliminación correcta de las toxinas”, destaca la dermatóloga Paloma Cornejo Navarro en un artículo de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
En este sentido, asegura, la hidratación es esencial para la piel y su ingesta debe ser frecuente a lo largo del día. Además, "el estrés, la exposición al sol, las altas temperaturas, el ejercicio o la sudoración excesiva pueden aumentar los requerimientos en el consumo de agua".
Por ello, la doctora Paloma Cornejo recomienda el consumo de determinados alimentos beneficiosos para la salud de la piel y el aumento de sus defensas como aquellos que sean ricos en vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales como el Omega 3. "Esto es importantísimo en la dermatitis atópica, siendo las frutas y los vegetales las principales fuentes de vitaminas y minerales", indica.
Por otro lado, la experta aconseja ingerir vitaminas del grupo B ya que también intervienen en "el buen estado de la piel y en los procesos de renovación celular". Se encuentran en las verduras, frutas, frutos secos, cereales, legumbres, huevos, lácteos o pescado. ¿Qué vitaminas de este grupo benefician a la piel y en que alimentos están?
- La ingesta de ácido fólico o vitamina B9 está relacionada con la renovación de las células y está presente en vegetales de hoja verde, legumbres, hígado o en la levadura de cerveza, principalmente.
- La vitamina B2 o riboflavina puede actuar contra la seborrea y se encuentra en la leche y derivados como el queso o el yogur, en los huevos, carnes, pescados, frutos secos (almendras y nueces) y legumbres.
- La vitamina B3 o niacina ayuda a sintetizar la queratina para dotar de estructura a la piel y se puede encontrar en carnes, pescados, cereales integrales o vísceras.
Por otra parte, la vitamina A puede que sea la que más contribuye a mantener la piel sana. Algunas fuentes de esta sustancia se encuentran en la calabaza, el tomate, las zanahorias, los albaricoques o las espinacas. Otra vitamina esencial para el cuidado del sistema inmunológico es la vitamina C. "Es muy necesaria para la salud de la piel, ya que activa sus defensas e interviene en la síntesis del colágeno", subraya la experta en dermatología.
La vitamina E contiene potentes propiedades antioxidantes por lo que es ideal el consumo de productos que contengan esta sustancia. Ayuda a mejorar el tejido celular y a prevenir el envejecimiento. Se puede encontrar principalmente en frutos secos como las nueces y almendras o en aceites vegetales. En cuanto a los minerales, el zinc forma parte de nuestra epidermis, ayuda a la formación de las células, y está presente en carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales integrales y legumbres.
En definitiva, llevar a cabo una alimentación saludable, hacer deporte, tener una buena higiene del sueño, evitar productos tóxicos como el tabaco y el alcohol o controlar el estrés son factores claves para el correcto funcionamiento de la piel como barrera natural de defensa.
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