La profunda crisis económica en la que ha entrado el mundo a raíz de la pandemia de coronavirus abre la puerta a las "distopías autoritarias", y la mejor forma de luchar contra ellas es la puesta en marcha de los objetivos de desarrollo sostenible contenidos en la Agenda 2030. Así lo planteó este miércoles el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en un acto en el que participó junto a la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera y a la número dos de la ONU, Amina Mohammed,

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"Ante una situación de catástrofe sanitaria que abre la puerta a una crisis económica sin precedentes, el miedo a que los sistemas democráticos se puedan ver en cuestión por las distopías autoritarias nos tiene que comprometer con los objetivos de desarrollo sostenible como un conjunto de elementos que contraponen una utopía posible contra esas distopías", argumentó Iglesias en el evento, que sirvió para presentar a la ONU el informe de los avances que ha registrado España a la hora de cumplir la Agenda 2030.

El vicepresidente segundo resumió los que, a su juicio, son los requisitos ineludibles para "pasar de las palabras a los hechos" a la hora de cumplir los objetivos de desarrollo sostenible que establece la ONU a partir de la Agenda 2030. Es necesario, sostuvo, "hablar de paraísos fiscales, una amenaza para la soberanía de los países y para las tareas de reconstrucción que el momento requiere; hablar también de la deuda externa y de la responsabilidad de las potencias del llamado mundo desarrollado con los países empobrecidos y endeudados; y debatir sobre el descontrol de los mercados financieros".

Esas necesidades, según Iglesias, han tomado más importancia a raíz de la crisis del coronavirus, que "ha hecho todavía más vulnerables" a los grupos que ya tenían problemas, como "las personas pobres, las mujeres, el colectivo LGTBI" o "las poblaciones racializadas". "Los desafíos a los que se enfrentan España, la UE y el conjunto de la humanidad son comparables a los de la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial o a los que se enfrentaron muchos países tras la crisis de 1929", planteó el vicepresidente segundo sobre la crisis sanitaria.

A juicio de Iglesias, España está haciendo frente a estos desafíos a través de las medidas sociales puestas en marcha tras la crisis del coronavirus. Y, en este sentido, señaló que la crisis del Covid-19 puede haber sido "un baño de realidad útil" a la hora de "diferenciar el marketing de las políticas necesarias para afrontar el siglo XXI tratando de minimizar las amenazas a la humanidad, que tienen que ver con el desarrollo descontrolado".

Acelerar la Agenda 2030

En la misma línea, la vicepresidenta Teresa Ribera aseguró que la crisis del coronavirus no debe afectar a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, sino acelerarla, porque son la solución para salir del parón económico. "Nada de retrasar la agenda, todo lo contrario, de manera inesperada y dramática se nos abre la posibilidad de repensar, no podemos permitiros el lujo de recuperarnos mal", sostuvo Ribera.

Con ella coincidió la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, que aseguró que "el único modo viable de recuperarse" de la crisis ocasionada por la pandemia "es mediante la plena implementación de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París" por el clima.