Los toxicómanos que han ocupado el edifico en estado de "ruina inminente" en un barrio céntrico de Madrid intimidan con "su violencia" a los vecinos de la zona, según comentó el director de la librería Fuentetaja, Alfonso Otero, que tras abandonar su local ha visto cómo su antiguo comercio se convertía en refugio de drogadictos.

En declaraciones a Europa Press, Otero relató que a pesar de haberlo protegido con "rejas, vallas, una puerta de chapa de seguridad, una cadena con candado y reforzar el tejado" para impedir el acceso al edificio, los vagabundos "de todo tipo" siguen entrando "por un rinconcito" molestando a los vecinos.

Una de las vecinas que dijo haber presentado "muchas" denuncias a la Policía por la situación tan "desagradable" a la que se tiene que enfrentar todas las mañanas cuando abre su locutorio, Charo, aseguró que tiene "miedo" de que "salga ardiendo" el inmueble.

Sin mostrar su rostro a la cámara por temor a represalias, la propietaria del comercio contiguo al edificio en ruina, sostuvo que se cambia de acera para no pasar por la zona porque no sabe "cómo van a reaccionar", algo que hace tanto de día como de noche, ya que a los drogadictos, según aseguró, se les puede encontrar "en cualquier momento del día" durmiendo en su interior.

Asimismo, recordó que hace escasos días se encontró a un "chico de color" saliendo del lugar acompañado por agentes de la policía "hecho una penita" y con el rostro "chorreando sangre". "Decía que le habían pegado dentro compañeros suyos", concluyó.

Por último, Otero explicó que la situación en la que se encuentra el inmueble es "bastante complicada". Al estar protegido como edificio "histórico" no puede ser derruido y como se encuentra en estado de ruina, según les concretó el arquitecto municipal, tampoco puede ser rehabilitado.