El juzgado condenó a una pena de seis meses de cárcel al hombre que, en septiembre de 2007, acuciado por la amenaza de expropiación de una propiedad, entró en el Ayuntamiento de Cigales y amenazó con prenderlo fuego.

El juez le absuelve de los delitos de allanamiento de lugar público y de atentado, si bien le halla responsable de un delito de desobediencia al negarse de forma reiterada a los requerimientos del secretario municipal y de la Guardia Civil para que abandonara la casa consistorial.

El fallo contrasta con las penas que habían sido pedidas por el Ministerio Fiscal y la acusación particular, esta última ejercida por el Ayuntamiento de Cigales, que se elevaban a dos y siete años y diez meses de privación de libertad, respectivamente.

El acusado, de 71 años, alegó que ese día no pretendía cometer daño alguno pero que reaccionó de esa forma ante las injusticias sufridas y con el único propósito de que fuera escuchado por un juez. Para ello vertió en el recibidor una botella de gasolina y amenazó con quemarlo todo, según informa Europa Press.

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