Las obras duraron casi un año. Las desiertas y recién estrenadas aceras de la avenida de Linares Rivas empezaron a recibir ayer una decena de árboles que buscan llenar de verde una de las principales vías de entrada a la zona centro de la ciudad.

Pero para llegar al resultado final, los vecinos y también conductores que utilizan a diario esta avenida, tuvieron que soportar casi un año de obras, que finalizaron a principios de este mes.

El proyecto, que contó con la colaboración económica de la Xunta, permitió renovar todas las aceras en Linares Rivas, Sánchez Bregua y plaza de Mina, cambiando el viejo enlosado por bloques de cantería. La inversión en estos trabajos superó los 700.000 euros.

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