En un comunicado conjunto, indican que hace más de cinco décadas que la fábrica de cemento forma parte de la ciudad y, desde estos inicios, "su proceso de fabricación de cemento se ha ido modernizando con inversiones dedicadas a mejorar la calidad de producto, optimizar la eficiencia del proceso e introducir mejoras ambientales de acuerdo a las exigencias de la Unión Europea".

Subrayan que más de 2.000 empleos en la comarca de los Alcores dependen de "proyectos para el uso de energías más limpias, como el que empleará biomasa como combustible para la fabricación de cemento" en la fábrica alcalareña.

De este modo, manifiestan que las normativas europeas contra el cambio climático exigen este tipo de soluciones de energía limpia en la industria y critican que haya colectivos que "distorsionen la información", apuntando a ecologistas y "algún otro colectivo y partido político". Defienden que el uso de biomasa como combustible ya se usa "en el resto del mundo" y en Europa y España "lo están haciendo infinidad de empresas que apuestan por las energías renovables".

"Las supuestas 9.000 firmas que ahora entregan en el Ayuntamiento de Alcalá para presionar al Consistorio sobre el proyecto de uso de combustibles alternativos para fabricar cemento de forma más sostenible y limpia, reflejan una falta de respeto absoluta por la normativa ambiental que fomenta este tipo de proyectos por ser útiles para la supervivencia del planeta y útiles para que todos podamos utilizar cemento fabricado en Alcalá de Guadaíra en nuestras casas, colegios y hospitales", afirman, incidiendo en que "nosotros somos muchos más que 9.000 firmas, somos trabajadores que quieren continuar con un proyecto viable para el trabajo y por el medio ambiente".