Protección Civil izó ayer durante hora y media la bandera roja al haber desprendido la medusa gran cantidad de veneno, por lo que se recomendó evitar el baño hasta que se comprobó que no había riesgo de sufrir urticarias.

Fueron los propios bañistas que vieron esta medusa los que la sacaron a la orilla, ayudados con una tabla de corcho.

Miembros de Protección Civil la trasladaron al puesto de salvamento, donde se inspeccionó el ejemplar y se le tomaron muestras antes de enterrarlo.

Numesoros bañistas han tenido que ser tratados este verano con antiinflamatorios y corticoides por picaduras de medusas que han llegado a la costa.