Seguimos anclados en la cultura de la silla

  • Los horarios laborales en España son demasiado largos.
  • No se puede seguir midiendo la efectividad por el número de horas que se pasa en el centro de trabajo.
Es necesario racionalizar la jornada.
Es necesario racionalizar la jornada.
Luis Frutos
Es necesario racionalizar la jornada.

«Vivimos aún excesivamente anclados en la cultura de la presencia, de calentar la silla, sin importar mucho si se hace bien o mal el trabajo». Así de claro se mostró Ignacio Busqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en el tercer congreso nacional, que se celebró la semana pasada.

La vara con la que se mide al trabajador no puede seguir basándose en las horas que pasa en el trabajo. Lo que importa es el rendimiento. Y de ello precisamente se ocupaba ese congreso, cuya misión principal pasaba por concienciar a todos los estamentos de que no por más horas se hará mejor trabajo.

Racionalizar horarios

Si todos estamos de acuerdo en que el número de horas no garantiza la efectividad y ésta es la meta, ¿por qué seguimos sin racionalizar los horarios? De ahí que Ignacio Busqueras haya hecho un llamamiento al Parlamento Europeo para que se oponga a la propuesta de ampliar la jornada hasta 65 horas semanales.

La finalidad es justo la contraria si de racionalización se trata. El objetivo: lograr que la mayoría de los españoles tengan un horario de trabajo flexible, con hora de entrada entre las 7.30 y las 9.00 horas y de salida entre las 16.30 y las 18.00, con una interrupción máxima de 45 a 60 minutos, mientras que el viernes se trabajaría sólo por la mañana. Los beneficios de un horario como ése son indudables.

Beneficios

-Conciliar la vida laboral y personal garantiza la estabilidad de la persona y repercute positivamente en el trabajo.

-El trabajador que se siente a gusto porque ve atendidos sus requerimientos personales y familiares es más rentable para su empresa.

-Al ajustar los horarios se trabaja mejor, pues se aprovecha mucho más el tiempo.

-Los trabajadores estarán más pendientes de aquello que tienen que hacer que de cumplir un horario.

-Una persona que trabaja un número racional de horas desempeña sus funciones con más eficacia, creatividad y satisfacción.

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