Escribe canciones sobre briznas de hierba e insectos. Jonathan Donahue, el cantante de voz exhausta de Mercury Rev , conjuga el verbo «desconectar» con reincidencia y vive en una granja en los montes Catskill, al noroeste de Nueva York (EE UU). ¿Preocupaciones? «Defender a mis perros y gatos de los osos y los coyotes. Me gustan los animales y no quiero provocar conflictos entre ellos».

Donahue, 42 años, cantante, fundador y guitarrista de Mercury Rev. Radiante sonrisa dentífrica. Extiende los brazos y exclama: «La mente debe estar clara y tranquila para poder ver la parte bonita de la realidad. Es bueno desconectar, no dejar que el pensamiento te domine».

¿Me pegaría si le llamo psicodélico?

No, no le pegaría. No somos Grateful Dead, pero si se refiere al fluir de los sentidos, entonces sí, somos psicodélicos. ¿No es la buena música siempre psicodélica? Los cuartetos tardíos de Beethoven, el Kind of blue de Miles Davis… Música sensual que se abre ante ti.

Mercury Rev toca en noviembre en Barcelona (día 27, Espacio Movistar) y Madrid (28, Joy). El álbum no tiene el calado poético de su obra magna, Deserter’s song (1998), pero gira en el mismo carrusel de evanescencia. «¿Evanescente? Me encanta como adjetivo. Lo usaré en la promoción».

Al cuello lleva un pentáculo, la estrella de cinco puntas adoptada como símbolo por los paganos –remite a la perfección matemática que aventuraban los masones– y algunos creyentes –las cinco heridas de Cristo–, pero las botas de motero están hechas a la medida, y el corte de pelo, escrupulosamente descuidado.

Bajo el aplomo de un viejo lobo –empezó a finales de los años ochenta–, se teme a sí mismo más que a nadie. «Mis demonios son los pequeños Jonathan dentro del gran Jonathan. Son como pequeñas estrellas que tratan de confundir el cielo». Pero promete seguir jugando con el mismo retraimiento que Mercury Rev ha ejercido desde su debut.

¿Me pegaría si le digo que hace 40 años la Velvet Underground sonaba como Mercury Rev ahora?

No, no le pegaría. Aprecio mucho de la Velvet Underground que estaban solos; eran más grandes que otros grupos de su época, pero no tenían ningún éxito comercial. Tienes que tener huevos para estar solo y ser diferente. No sólo como artista, sino como persona.

Se han acabado los tiempos de disolución del inicio de los años noventa, cuando Donahue también tocaba con Flaming Lips y las crisis en Mercury Rev eran diarias. «Ya no necesito perderme utilizando drogas o alcohol. Quizá cuando era joven actuaba como un viejo».

¿Me pegaría si afirmo que Mercury Rev son new age?

No veo la necesidad de defenderme… No me considero espiritual, pero me considero afortunado de formar parte de la humanidad. Eso podría sonar hortera o new age, lo admito, pero es lo que siento.

Su única fe es la naturaleza, «porque no es producto del pensamiento». Extiende de nuevo los brazos: «Confío en la manera en que crece un árbol, aunque sea torcida. Confío en el romper de las olas, incluso si son un tsunami».

¿Qué música está escuchando estos días?

El silencio. No es un grupo, pero podría serlo. Quizá el silencio es el mejor grupo de la historia. Lo puedes escuchar en cualquier parte si prestas atención, pero debes desconectar de los demás.

Mercury Rev: Barcelona (día 27, Espacio Movistar) y Madrid (28, Joy).