Hay menos radares, pero los mismos puntos negros

  • La provincia de Pontevedra cuenta con siete dispositivos menos que en 2007
  • Hoy sigue habiendo cinco tramos de alta concentración de accidentes
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Uno de los objetivos de la instalación de radares en las carreteras es la reducción de la siniestralidad. En la provincia de Pontevedra los puntos negros no se reducen, pero la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene ahora menos radares fijos instalados que hace un año.

Mientras en 2007 había en las carreteras de la provincia 19 dispositivos fijos de control de la velocidad, actualmente son 12, siete menos que el pasado año. Éstos están ubicados en la A-52 (punto kilométrico 282 y 305), A-55 (punto kilométrico 5, 12 y 15), AP-9 (punto kilométrico 131 y 2), N-550 (punto kilométrico 146), PO-510 (punto kilométrico 2), PO-531 (punto kilométrico 7), VG-4.1 (puntos kilométricos (2 y 23).

Por el contrario, los tramos de mayor concentración de accidentes se mantienen en cinco. El de mayor siniestralidad (con 15 accidentes mortales) está a la altura del kilómetro 11,9 de la A-55, vía en la que se sitúa otro punto negro en el kilómetro 9,8.

Los otros tres tramos que suman tres o más accidentes mortales en el último año se encuentran en el kilómetro 15,8 de la PO-531, el kilómetro tres de la PO-533 y el kilómetro 4,5 de la PO-552.

Sin explicación

Sobre la eliminación de radares fijos en las carreteras de la provincia, la oficina de Tráfico de Pontevedra no ha dado ninguna explicación a 20 Minutos.

Nueve cabinas se reparten por la ciudad

Al margen de los radares de la DGT, en Vigo la Policía Local cuenta con dispositivos para la vigilancia de los conductores. Las cabinas de los radares se reparten a lo largo de toda la ciudad: Beiramar, VG-20, avenida Clara Campoamor, avenida de Castrelos, avenida de Europa y avenida de Samil.

Aunque hay nueve posibles ubicaciones, cada día sólo están operativos tres radares, que se van rotando jornada a jornada para repartir las sanciones.

De todos ellos, el que caza a más infractores es el de la avenida de Beiramar. En ellos, cada día son sancionados 30 conductores por exceso de velocidad.Entre diciembre y julio (los meses de los que el Concello tiene registro) los radares vigueses pusieron un total de 15.038 multas.

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