La joven de 19 años acusada de matar en octubre de 2007 a un hombre con síndrome de Diógenes de Lucena, que fue quemado por tres menores que ya están condenados, ha negado hoy que lo mandara quemar y ha afirmado que cuando reconoció la acusación ante los agentes que la interrogaron "estaba nerviosa y falta de cariño".

Durante la primera sesión del juicio, S.B.V. ha negado ante un jurado popular que insultara y pegara al indigente el día anterior al asesinato en un parque de Lucena y ha subrayado que fueron los tres menores condenados los que lo planearon para "gastar una broma" a la víctima.

La acusada ha reconocido que cuando se encontraba en dicho parque el mendigo le insultó y "se cagó en mis muertos", ya que su madre había fallecido semanas antes, aunque la joven ha asegurado que no le hizo caso.

Además, ha negado que lo amenazara de muerte por dicho insulto ni que quedara al día siguiente con los menores condenados para pegar a la víctima, sino que fueron ellos los que se presentaron en su casa "para faltar a clase como hacían habitualmente".

La acusada ha reconocido que facilitó a su primo, uno de los condenados, el disolvente utilizado para quemar al mendigo, aunque pensó que era para "trabajar en una obra porque lo había castigado su padre al faltar al colegio".

Asimismo, ha asegurado que vio la grabación del asesinato que los menores habían hecho en el móvil y los escuchó gritar que "eran asesinos", por lo que acudió al lugar de los hechos en compañía de una amiga para ver lo ocurrido.

La acusada ha negado que sea la cabecilla de su pandilla de amigos y que planeara la muerte del mendigo y ha subrayado que si durante la investigación policial reconoció su implicación lo hizo para "llamar la atención".

Finalmente, la joven ha manifestado que ayudó a los policías, a los que conocía con anterioridad del barrio, a que localizaran a los menores condenados e incluso los acompañó a sus domicilios para que fueran detenidos.

Por su parte, el primo de la acusada, de 16 años y condenado por este asesinato, ha asegurado que S.B.V. no insultó a la víctima el día anterior a su muerte, aunque "puede que le pegara por cagarse en sus muertos".

Grabación en el móvil

Además, ha afirmado que le pidió el disolvente a la acusada pero no le dijo que era para matarlo, sino para gastarle una broma. El segundo menor condenado, de 17 años y vecino de la acusada, ha asegurado que S.B.V. "insultó, pegó, se burló y abofeteó" a la víctima el día anterior a su muerte por decirle "algo sobre su madre".

El día del asesinato la escuchó preguntar si "iban a ir a por Tito", sobrenombre con el que era conocido el fallecido, y lanzó el disolvente por la ventana a su primo.

El tercer menor condenado, que grabó en el teléfono móvil el asesinato, ha manifestado que la acusada le dio el disolvente a su primo porque "sabía para lo que era" y le enseñó la grabación de la muerte del indigente.

En su escrito de acusación el fiscal ha pedido una pena de 17 años de prisión al entender que la joven fue autora de un delito de asesinato. La defensa solicita la libre absolución al entender que no hay pruebas que demuestren que instó al asesinato y ha recordado que S.B.V, según el informe forense, tiene un coeficiente intelectual de 71 y una discapacidad del 43%.

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