Los heladeros españoles hacen cada vez mejores helados, aunque no hayamos alcanzado aún la excelencia italiana. Las heladerías se han sofisticado mucho en los últimos años. Ahora hay más sabores que nunca.
Ya no es que tengamos helados de cualquier fruta posible, sino que podemos elegir helado de chicle, de galleta (de las negras y famosas y de las otras), de pastelitos industriales, y, por supuesto, los sorprendentes helados de alimentos salados, tipo helado de aceite de oliva o de fabada.
Pero en este infinito mundo de los helados, los clásicos siguen siendo una referencia ineludible. Si hay dos que nunca morirán son los de vainilla y chocolate y por extensión su mezcla: el helado de vainilla y chocolate. Es el que nos ocupa esta vez.
Ingredientes
Helado de vainilla
- Medio litro de leche entera
- 650 gr. nata montar
- 150 gr. azúcar
- 25 gr. azúcar invertido
- 2 o 3 vainas de vainilla (es cuestión de intensidad: tú decides)
Helado de chocolate
- 150 gr. chocolate negro
- 250 gr. leche condensada
- 500 gr. nata de montar fría
- 25 gr. azúcar invertido
- 3 cucharadas soperas de cacao puro en polvo
Información práctica
Calorías: 175 kcal (una ración)
Elaboración
Helado de vainilla
- Ponemos todos los ingredientes en la batidora.
- Trituramos bien.
- Cuando esté realmente cremadito... a la heladera.
- Si no tenemos, lo ponemos en un molde o 'tupper' y cubrimos con 'film' transparente.
- Lo metemos en el congelador.
- Volveremos a sacar el helado del congelador cada 2 horas y lo batiremos. Conviene hacerlo 2 o 3 veces antes de servir.
Helado de chocolate
- Rallamos el chocolate.
- En un bol, montamos el resto de ingredientes (cuida de no pasarte de vueltas porque se cortaría).
- Cuando esté realmente cremadito... usamos una espátula para mezclarlo con el chocolate rallado.
- Lo ponemos en un molde o 'tupper' y cubrimos con 'film' transparente.
- Lo metemos en el congelador.
- Volveremos a sacar el helado del congelador cada 2 horas y lo batiremos. Conviene hacerlo 2 o 3 veces antes de servir.
Si no tienes azúcar invertido, toma nota:
- 375 gr. de azúcar
- 150 ml. de agua
- Una cucharadita de zumo de limón
- Una cucharadita de bicarbonato sódico
- Ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón en un cazo.
- Removemos y lo ponemos al fuego.
- Lo dejamos cocer unos 10 minutos a fuego medio-alto.
- Lo retiramos del fuego y dejamos enfriar unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Pasado ese tiempo, añadimos el bicarbonato y removemos.
- A medida que se enfría aparecerá en la superficie una capa blanquecina. La retiramos.
- El líquido resultante ya es el azúcar invertido, que podemos guardar en un tarro hermético para futuros usos.
Comentarios
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