Gómez anima al PSOE a abrir el debate sobre la monarquía: "¿Se justifica hoy la excepcionalidad democrática que supone?"

La secretaria general del PSPV-PSOE de València, Sandra Gómez, anima, en una carta abierta a su partido, a normalizar el debate sobre la monarquía, "un debate necesario sobre el modelo de Estado". "¿Se justifica hoy la excepcionalidad democrática que supone la monarquía? O como mínimo ¿se justifica hoy que no tengamos la opción de opinarla?".
La secretaria general del PSPV de València, Sandra Gómez.
La secretaria general del PSPV de València, Sandra Gómez.
PSPV AYUNTAMIENTO DE VALÈNCIA - Archivo
La secretaria general del PSPV de València, Sandra Gómez.

Así lo manifiesta la dirigente socialista en un texto de opinión publicado en el diario.es en el que pide "abrir el debate". "No quiero que el debate verse sobre el quién, sino sobre si ha llegado el momento de que las reglas del juego no tengan excepciones hereditarias. El riesgo de tener un Jefe de Estado que no me gusta es como el de tener un Gobierno al que no he votado, un riesgo que vale la pena defender contra cualquiera", argumenta.

La también vicealcaldesa de València ha explicado a Europa Press que ha decidido dar este paso porque es un debate que existe en la ciudadanía y "si hay un partido que se parece al país y que tiene la capacidad de normalizarlo" es el PSOE. Agrega que la opinión que expresa es "adecuada, equilibrada y sensata" y apunta que no ha recibido ninguna interacción negativa por parte de integrantes de su partido.

En la carta publicado por el diario digital, Gómez sostiene que "el republicanismo y la democracia son dos caras de la misma moneda, aunque esto no ha obstado, ni obsta, para que existan democracias con monarquías o que existan repúblicas con menores estándares democráticos que monarquías parlamentarias ni tampoco para que gobiernos socialdemócratas hayan convivido con monarquías, incluso formado parte de la constitución de sistemas políticos que contemplaban esta institución".

Gómez, que reconoce el papel que desempeñó la monarquía para "conectar a la Transición a sectores conservadores que veían en esta institución una cura de temores", plantea, no obstante, que "si la monarquía no es un elemento esencial, se puede juzgar desde la conveniencia democrática".

"Está sujeta a que la ciudadanía la considere útil. A que sume más que reste. Y aunque no es fácil saber qué opinamos los españoles y españolas sobre esta cuestión, no deja de ser paradigmático que desde hace cinco años el CIS no pregunte sobre esta cuestión. Antes de este apagón, observábamos cómo desde 2006 su valoración había sufrido un retroceso más que palpable y hoy vemos en otros estudios más recientes cómo se alimenta la idea de que su utilidad podría haber quedado atrás", declara.

"FALTA DE EJEMPLARIDAD"

Y añade: "Sumémosle a esta inercia los últimos acontecimientos, las dudas más que razonables sobre el origen de parte de su fortuna familiar. La falta de ejemplaridad. O especialmente la separación abismal entre su condición y la del resto, ya no en la cuenta corriente, sino en la inviolabilidad de su figura. Si la crisis de 2008 abrió una etapa de erosión institucional que afectó como nunca había ocurrido a la corona, las consecuencias económicas y sociales de la pandemia reproducirán más condiciones para que crezca esa distancia. Y, por tanto, llegado a este punto, ¿se justifica hoy la excepcionalidad democrática que supone la monarquía? O como mínimo ¿se justifica hoy que no tengamos la opción de opinarla?".

A su parecer, "lo mismo que justificó en su momento su necesidad hoy suma argumentos en su contra", ya que "hoy los riesgos de nuestra democracia son otros a los de finales de los setenta, hay más peligro en la desafección o en la irritación que en los cuarteles".

"Soy consciente de las dificultades de objetar la Corona, la necesidad de hacerlo con un apoyo transversal, pero probablemente esa transversalidad esté abriéndose camino más rápido fuera de la política representativa que dentro. Y el punto de inflexión puede estar en que desde el Partido Socialista realineemos las ideas con las circunstancias, porque las circunstancias han cambiado. Porque ni es necesaria, ni es esencial y cuarenta años después probablemente ya no sea útil", manifiesta la secretaria general de los socialistas en València.

"Aunque no será una decisión que tomar mañana, ni en lo inmediato cuando estamos pasando un episodio tan complicado, el Partido Socialista debe defender que ya ha llegado el momento de que podamos opinar en un escenario próximo. Lo hago desde la convicción personal de que es lo más coherente, pero también lo mejor para nuestra democracia", culmina.

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