La idea surgió hace una semana, durante una comida. En un bar de Málaga, varios amigos hablaban de sus planes hasta que uno de ellos preguntó: "¿Y por qué no hacemos una guerra de almohadas como en Londres y Buenos Aires?". Acordaron citarse el sábado, a las 23.30 horas, en la plaza de la Constitución.

"Al principio envié la invitación a mis contactos de Tuenti.com (una página de redes sociales, sobre todo entre estudiantes universitarios). Mi sorpresa fue que una hora después ya eran 300 personas y el pasado lunes la convocatoria se había difundido entre más de 100.000, más de 12.000 ya habían confirmado su asistencia", explica Herman Arnedo, argentino de 24 años y residente en Málaga, aunque ahora estudia un máster en Madrid.

De modo que lo que empezó como una quedada entre amigos, "para hacer algo diferente porque estamos hartos de hacer botellón", se ha convertido en una gran convocatoria, que se desarrollará simultáneamente en 16 ciudades a la misma hora. Esperan batir el récord Guinnes de guerras de almohadas.

Entre los requisitos, ir en pijama y con una almohada, que la pelea no dure más de diez minutos y que la almohada no tenga nada dentro que pueda hacer daño.

"Digo que la batalla no dure más diez minutos o hasta que la Policía nos deje", añade Herman.

Sin permiso

Y es que la convocatoria no cuenta con ningún permiso. "Llamé a Vía Pública del Ayuntamiento y me comunicaron que había que pedir autorización en la Subdelegación del Gobierno en Málaga, pero que tardaba diez días. De cualquier forma yo les he avisado de lo que haremos el sábado", explica.

No es la primera vez que en Málaga hay una quedada por internet. Una de las más curiosas fue en marzo de 2006 para también plantar cara al botellón y convertirse en una alternativa para los jóvenes: hacer una gran orgía en la playa de La Malagueta.

Querian imitar a los griegos, que un par de semanas antes organizaron una fiesta sexual que congregó en una isla a 3.000 personas.

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