Cerca de 125.000 hogares catalanes vivían ya antes de la crisis en situación de extrema pobreza, con carencias de tipo social y económico. Un estudio realizado por 70 expertos de universidades estatales, concluye que la pobreza se ha mantenido, entre 1994 y el 2007, en un 20%, pese a los años de bonanza económica en España.
Así, casi la mitad de la población española ha sufrido en los últimos años un periodo de pobreza. Una de cada diez familias sufre exclusión pero tiene recursos y otro 10% son pobres pero están integrados. Eso sí, tres millones de inmigrantes han logrado casa y trabajo en este periodo. Càritas Diocesana ha alertado de la
caída de donaciones en un 15% y pidió bonificaciones del 50% del IRPF para incentivarlas.
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