Galicia y el País Vasco están ya, desde las 12 de la noche de este jueves, en campaña electoral para las comicios que se celebrarán en ambas comunidades el próximo 12 de julio, unas elecciones marcadas por la crisis derivada de la pandemia del coronavirus. Sus actuales presidentes autonómicos, Alberto Núñez Feijóo (PP) e Íñigo Urkullu (PNV), respectivamente, parten como claros favoritos, según los resultados de la encuesta preelectoral que publicó este miércoles el CIS. En Galicia, el sondeo otorga otra mayoría a Feijóo y pronostica una subida al BNG a costa del hundimiento de Podemos, y en Euskadi da de nuevo la victoria a Urkullu, que saldría reforzado con hasta seis escaños más.
El presidente de la Xunta instó este jueves por la noche a todos los gallegos a ir a las urnas a votar masivamente y "sin miedo" y a no fiarse de quienes dicen que no se puede hacer con tranquilidad y libremente.
En el acto de pegada de carteles en el Palexco en A Coruña, con el que se dio inicio oficial a la campaña, Alberto Núñez Feijóo insistió en que el próximo 12 de julio hay que decidir entre "experimento y experiencia, entre estabilidad y la inestabilidad, entre un multipartito y un gobierno".
El candidato del PP pidió a los gallegos que decidan por ellos mismos, sin que nadie les diga que todo está decidido. "No demos por hecho nada, nada está hecho y nada está conseguido", resaltó, porque "no hay ningún voto en las urnas".
Núñez Feijóo reclamó también a los votantes que no dejen "a la suerte, a los pactos o a las carambolas" la decisión sobre su futuro, sino que voten al PP que, dijo, ofrece un programa y un compromiso que "ya está auditado y que funciona" para que no se decida "en los despachos" de otros partidos lo que puede salir directamente de las urnas. "Toda Galicia sabe quien soy, soy Alberto Núñez Feijóo, para lo bueno, para lo malo, para lo regular y para lo peor", dijo.
La capital gallega, Santiago, y las ciudades más pobladas, Vigo y A Coruña, fueron los lugares elegidos por los candidatos de los principales partidos para la pegada de carteles más atípica, que abrió la campaña de la era 'poscovid'.
El candidato socialista, Gonzalo Caballero, aseguró "tener la fuerza para ganar y gobernar Galicia", y solicitó el voto a todos aquellos que apoyaron a su organización política en las distintas citas electorales del año pasado, puesto que ese respaldo "hizo posible vencer al PP en Galicia por primera vez en la historia y que más de la mitad de los gallegos tengan hoy un alcalde socialista".
Caballero pidió "pasar página" a un proyecto agotado, el de Feijóo, "que no aporta nada positivo para Galicia en este momento", y anticipó que con "todo el ánimo y la ilusión" su carrera hacia las urnas será "en positivo".
El candidato de Galicia En Común-Anova Mareas, Antón Gómez-Reino, dio por su parte en Vigo el pistoletazo de salida a la campaña y pidió a los gallegos que se movilicen para revertir tantos años "perdidos" para Galicia.
"Fuera tantos años de recortes, de privatizaciones, de corrupción del Partido Popular”, clamó Gómez Reino en la Plaza de la Princesa, donde compareció acompañado de Eva Solla e Iria Figueroa, números uno y dos de la lista de la formación, respectivamente, por la provincia de Pontevedra. "Que Galicia acuda en masa a las urnas para construir un país nuevo y decir bye, bye, Feijóo", dijo.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en la cercana Plaza de Platerías, apuntó que "nadie que quiera abrir un tiempo nuevo puede quedar en casa" y, con la mano en el corazón, espetó: "El cambio gallego es posible si todos nos movilizamos".
Con el Bloque, prosiguió, "podemos construir una Galicia mejor, orgullosa, un país en el que vivir y trabajar, con justicia y bienestar social. El 12 de julio hagamos historia con una mujer presidenta".
La Marea Galeguista, con Pancho Casal como candidato a la presidencia de la Xunta, aspira a conseguir un resultado el 12 de julio que les permita situarse como "el centro de la política en Galicia, con gente galleguista, que quiere dialogar con cualquier ciudadano".
Con este objetivo, la Marea Galeguista "quiere ser decisiva" en la formación de un nuevo Gobierno en la Xunta por lo que al "igual que hablarán con toda la ciudadanía, también lo harán con todos los grupos políticos", ya que, consideran, "es más necesaria que nunca una fuerza que no tenga reparos en hablar con todo el mundo".
El vicepresidente de Vox Jorge Buxadé estuvo en la plaza de la Quintana, en Santiago, en una movida convocatoria en la que avisó de que su formación llega "para quedarse en Galicia".
"Vox estará aquí, no nos vamos a marchar", proclamó Buxadé en un acto en el que veinte personas protagonizaron una 'cacerolada' e irrumpieron al grito de "Fascistas, fóra da Galiza" (fascistas fuera de Galicia) e "independencia". Portaban banderas antifascistas y estreleiras, la independentista gallega. La Policía tuvo que intervenir.
"Un gran pacto social"
Los partidos vascos dieron también este jueves el pistoletazo de salida a la campaña electoral de los comicios del 12 de julio, de los que podría salir un Gobierno con mayoría absoluta, dado que tanto el PNV como el PSE, actuales socios en el Ejecutivo, aumentarán sus apoyos, según pronostican las encuestas.
El lehendakari y candidato a la reelección por el PNV, Íñigo Urkullu, abogó por profundizar en el autogobierno "desde un gran pacto político y social" para poder hacer frente "al segundo embate" de la pandemia del coronavirus, "la durísima crisis económica".
El acto de arranque de la campaña, en el que Urkullu estuvi acompañado por el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, y las cabezas de lista por Bizkaia y Gizpuzkoa, Leixuri Arrizabalaga y Bakartxo Tejería, respectivamente, comenzó con un minuto de silencio por las víctimas de la COVID-19.
En la Casa de Juntas como escenario, ante el Árbol de Gernika (Bizkaia), con un aforo reducido para guardar las medidas de protección, alejado de los mitines multitudinarios habituales en los comienzos de las campañas de los jeltzales, el lehendakari emplazó a "construir desde la diversidad de identidades", y advirtió de que "acordar no es claudicar, sino avanzar juntos hacia un proyecto de nación compartido".
Mientras, la secretaria general del PSE-EE y candidata a lehendakari, Idoia Mendia, dijo este jueves que en las papeletas socialistas "está la esperanza de que los nacionalismos no nos vuelva a enredar en sus líos y en un gobierno centrado, sin que nadie se quede atrás".
Mendia, que abrió la campaña unto a la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, dijo que "vamos a ofrecer a la ciudadanía una responsabilidad a la altura del esfuerzo que han demostrado los ciudadanos y los sanitarios". Ofrecemos soluciones donde otros solo crispación", señaló.
La candidata a lehendakari de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ofreció por su parte un "cambio de rumbo" frente al modelo de gestión de Urkullu, que a su juicio "hace aguas" como se ha demostrado, dijo, con la falta de material para proteger a los sanitarios en la pandemia, la "ridícula" vuelta a las aulas y el "desastre" del vertedero de Zaldibar.
EH Bildu eligió Vitoria para abrir la campaña, con un mitin en el que la candidata abertzale subrayó que "la vieja manera de hacer política de Urkullu no es capaz de responder a los grandes retos".
La candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, aseguró que "nos encontramos ante un momento histórico porque en Euskadi se dan las condiciones para construir un gobierno progresista tras 40 años de gobierno de la derecha vasca y la patronal" y, por ello, apeló a la "responsabilidad" de las otras fuerzas de izquierdas.
En un acto en el Palacio de Congresos Europa de Vitoria, Gorrotxategi afirmó que la coalición que representa asume "el papel de puente entre fuerzas progresistas", y que solo si es "determinante" en el Parlamento "será posible aspirar a este tripartito".
Por último, el candidato a lehendakari por PP+Cs, Carlos Iturgaiz, presentó la coalición de ambas formaciones para el próximo 12 de julio como el "bastión del constitucionalismo" en Euskadi con el objetivo de defender las libertades y la "unidad de España".
Iturgaiz dijo que quiere ser lehendakari para hacer un País Vasco "de todos y para todos, en el que vivan cómodos los nacionalistas, pero también los no nacionalistas", porque, argumentó, hasta ahora solo lo han hecho los primeros.
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