La cadena de quiebras y suspensiones de pagos de promotoras y constructoras ha disparado las reclamaciones en materia de vivienda en la Comunitat. Según los datos de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), un total de 1.162 personas se acercaron a sus oficinas para quejarse o pedir información sobre compraventas de pisos, un 35% más que en el mismo periodo de 2007.

Sin embargo, lo peor está por llegar. "Todavía no se ha tocado fondo, todo se va acumulando porque el paro está afectando al poder adquisitivo de las familias", explica el presidente de Avacu, Fernando Móner. De hecho, a día de hoy ya se han superado las 1.721 quejas de todo 2007, asegura.

Según la abogada de esta asociación, Pilar Rodríguez, la crisis económica ha provocado que muchos consumidores quieran cancelar la compra de su piso. "Antes eran los promotores quienes devolvían el dinero y cancelaban el contrato porque el piso subía de precio un 10% en tres meses. Ahora es al revés: los bancos no conceden hipotecas y la casuística es muy variada", indica.

Los datos recopilados en los últimos años muestran un incremento del 30% en las quejas relacionadas con el alquiler, aunque las relativas a la vivienda en propiedad siguen siendo las más numerosas. "Ha habido un rebrote de los arrendamientos por la imposibilidad de adquirir una vivienda, aunque sea barata", concluye la letrada de Avacu.

Claves prácticas contra los abusos

Avacu y la Dirección General de Comercio y Consumo del Gobierno valenciano han editado dos guías sobre arrendamiento y compraventa de vivienda ante la avalancha de peticiones de información en esta área. En ellas se responde a preguntas frecuentes sobre retrasos en la entrega de llaves, cláusulas abusivas, molestias de vecinos, acoso inmobiliario...

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