La suspensión de actividades, el dispositivo reforzado de la Policía Local de Málaga, así como la información preventiva emitida desde el Ayuntamiento "han sido claves para que la velada transcurriera con total normalidad".

La crisis sanitaria provocada por la COVID-19 obligó al Área de Fiestas a suspender todo tipo de actividades y celebraciones de San Juan aunque, en previsión de posibles concentraciones no permitidas en las que se incumpliesen las medidas preventivas relacionadas con los aforos máximos permitidos, distanciamiento social y uso de mascarillas. Para ello el Área de Seguridad activó un dispositivo de vigilancia reforzado por parte de la Policía Local.

Un total de 56 efectivos han formado parte de ese refuerzo, sumándose a los 180 agentes que vienen cubriendo de modo habitual los turnos de tarde y noche, concretamente un inspector, dos subinspectores, dos oficiales y 27 policías locales, a los que se han sumado un total de 15 agentes del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) y seis del Grupo de Investigación y Protección (GIP), además de los refuerzos de la Sala 092 y el Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA).

Desde las 16.00 horas se montó servicio con policías locales desplegados por los paseos marítimos del municipio malagueño. Asimismo, se contactó con Servicio Operativos y Limasa para desplegar los camiones y proceder a la retirada de maderas, hecho que finalmente no fue necesario ante la inexistencia de las mismas, a excepción de un ligero acopio detectado en la zona de Sacaba Beach que fue retirado.

Los altavoces de las playas desde la Malagueta hasta el Peñón del Cuervo, en reiteradas ocasiones desde las 19.30 horas aproximadamente, estuvieron comunicando que la Noche de San Juan estaba suspendida y recomendando el abandono de las playas antes del anochecer y la existencia del dispositivo de la Policía Local. Esto, han indicado, ayudó "en gran medida a que muchas personas abandonaran las playas".

La mayoría de los requerimientos policiales se realizaron fuera del litoral, sobre todo con motivo de fiestas y ruidos procedentes de domicilios, actuando los policías locales en consecuencia, han precisado en un comunicado.

Además, se han impuesto unas cien denuncias por no usar mascarillas y se ha denunciado a un establecimiento con música en vivo que no presentaba ningún tipo de documentación, del que además trascendía música a elevado volumen.