Cualquier ciudadano que mire estos días los escaparates podría pensar que estamos en época de rebajas, aunque nada más lejos de la realidad.

Las pocas ventas de los últimos meses y la crisis que pesa sobre los bolsillos de todos han lanzado a los comercios a bajar los precios de sus productos para aumentar las ventas pese a que ahora son unos meses en los que, normalmente, el consumo se incrementa de cara a la Navidad.

Son muchos los comerciantes que se han interesado sobre las posibilidades que hay para ofrecer descuentos y muchos también los que han denunciado que estas rebajas son ilegales, según los datos de Fecosva .

Todo vale

La imaginación da para todo y ante la imposibilidad de poner el término «rebajas», ahora está prohibido, los comerciantes ofrecen precios especiales, ofertas de otoño o descuentos. Así, los precios están entre un 10% y un 50% más baratos en muchas de las cadenas y tiendas pequeñas de ropa, lencería, artículos de hogar o decoración.

Otros se lanzan a ofrecer dos por uno, tres por dos o comprar dos y pagar el segundo artículo a mitad de precio. Los descuentos llegan incluso a las peluquerías, las agencias de viajes y las tiendas de marca. Un chollo para los consumidores, que se ahorrarán un dinerillo en los regalos de Navidad, y una mala noticia para las tiendas de la ciudad que verán reducidos sus ingresos con las ventas de estos días.

Todo en regla

Los descuentos no se pueden ofrecer así como así y desde Fecosva se advierte de que las ofertas de ahora deben estar justificadas. Las razones pueden ser la promoción de un servicio o el aumento de las ventas de los productos almacenados. Además, los derechos del consumidor deben cuidarse. Los comercios deben asegurarse de que tienen existencias suficientes.

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