Cada día, se desplazan en autobús hasta los centros educativos de la provincia 18.180 alumnos. Pero de éstos, sólo el 20% aproximadamente tiene la opción de abrocharse el cinturón, porque la mayoría de vehículos no tienen instalado este sistema de seguridad.

Ante este panorama, la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fdapa) tiene previsto solicitar a la Junta de Andalucía a finales del presente curso que en la próxima negociación para otorgar las concesiones a las empresas de transporte escolar se exija que los autobuses cuenten con este dispositivo. La misión: buscar una solución para los más de 14.000 estudiantes que actualmente viajan sin cinturón.

Pero las intenciones de Fdapa no se quedan ahí, porque también tiene previsto pedir que esos contratos reflejen la necesidad de colocar elevadores para los menores del primer ciclo de Primaria. Este objetivo de madres y padres no se antoja fácil, ya que la legislación actual sólo obliga a que los matriculados a partir de octubre de 2007, aún una minoría, tengan instalados cinturones.

Desde la Asociación Provincial de Empresarios Transportistas y Agencias de Málaga (Apetam), estiman que la flota que circula por Málaga (unos 250 autobuses), con unos ochos años de media, tiene una edad "relativamente joven" si se tiene en cuenta que el límite legal es de 16 años, comenta Juan Antonio Jiménez, responsable de transporte escolar de Apetam.

Además, el coste de colocar el cinturón en todos los asientos puede alcanzar hasta los 12.000 euros por vehículo, un precio al que los empresarios no pueden hacer frente sin subvenciones. Más aún, cuando "el sector transporte está vetado a cualquier tipo de ayuda por parte de la UE", remata Jiménez.

Unos 30.000 euros por ruta

Educación paga por curso entre 25 y 30.000 euros a las empresas de transporte escolar que realizan una ruta (en la provincia se ejecutan 272), mientras que la cantidad puede subir a 40 ó 50.000 euros si se combina una de Primaria y otra de Secundaria, por ejemplo, cuentan en Apetam. Y el coste de colocar cinturones en todos los asientos oscila entre los 1.500 euros (si el autobús está preparado) y 12.000 (si es necesario cambiar también las butacas). Por eso, a los empresarios no les salen las cuentas.