El juicio por esta causa se ha celebrado hoy en la sección Segunda de la Audiencia de Alicante y ha concluido con un acuerdo de conformidad entre las partes, por el que el ministerio fiscal ha rebajado su petición de pena de 18 años y 8 meses a 16 años de cárcel. El acusado, H.B.D., ha admitido que en la madrugada del 13 de julio de 2007 se subió al taxi conducido por Carmelo Sala, a quien le pidió que le llevara al barrio alicantino de San Blas por la calle Doctor Jiménez Díaz.

Cuando llegaron al final de la carrera, el procesado le preguntó al taxista el importe del viaje, que ascendía a 20,40 euros, y, tras entregarle 40 céntimos de euro, sacó un cuchillo de cocina que llevaba oculto entre las ropas y comenzó a apuñalarle. El acusado se bajó luego del coche, abrió la puerta del conductor y volvió a apuñalar al taxista hasta un total de dieciséis veces. Antes de abandonar el lugar de los hechos, le robó la cartera, que contenía 39,58 euros.

La abogada de la defensa ha explicado que la Fiscalía y la acusación particular han tenido en cuenta el atenuante de confesión para aceptar la rebaja de la pena, ya que el procesado "colaboró en el esclarecimiento de los hechos". Esta letrada ha señalado que el joven está "muy arrepentido" y que en la noche del suceso, además de estar bajo los efectos de las drogas, "estaba pasando un mal momento personal", pues, "en el lugar donde le había dejado el taxista, había quedado con una persona para pagarle una deuda".

En su calificación inicial, el ministerio público solicitaba una pena de catorce años y diez meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y otra de cuatro años y diez meses de cárcel por un delito de robo con violencia e intimidación con armas. Sin embargo, tras la aceptación de los hechos por parte del acusado, ha rebajado su petición a doce años de prisión por el delito de tentativa de asesinato y a cuatro años por el de robo con violencia, mientras que ha mantenido la responsabilidad civil en 76.596 euros para la víctima en concepto de lesiones y secuelas.

En declaraciones a los periodistas, la víctima de la agresión, Carmelo Sala, ha señalado que "nunca" estará "satisfecho con la pena" que se le imponga al imputado, pero, al menos, éste "cumplirá" alguna condena.Sala ha explicado que, a pesar de los "dolores y las secuelas psicológicas" que le han quedado de la agresión, "ha vuelto a trabajar" porque necesita el salario para "sobrevivir". El taxista ha indicado que está tramitando la solicitud de invalidez, pero esta prestación sólo le da una pensión de unos "350 euros".

"La ayuda es para que deje de ejercer como taxista y pueda trabajar de otra cosa, pero, con 58 años, no sé a qué me voy a dedicar si no es a esto", ha dicho Sala. El agredido ha afirmado que, por ahora, las ayudas que "se prometieron para mejorar la seguridad de los taxis "no se están cumpliendo", y ha destacado que él puso en su vehículo una mampara "hace más de un año" y aún no ha recibido "subvención alguna".

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