Así se desprende de la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en la que el tribunal condena al hombre por un delito de abuso sexual.

Junto a la pena de prisión, se le impone el pago de una indemnización de 12.000 euros para la víctima y la prohibición de acercarse o comunicarse con ella durante los cinco años siguientes al cumplimiento de la pena de cárcel.

El hombre conocía a la hija de su novia prácticamente desde que nació, al mantener una relación de once años de duración con su madre, de la que ya era amigo previamente.

Los hechos arrancaron en abril de 2016, cuando el penado y su pareja se vieron obligados a irse a vivir a la casa de la hija de ella porque no podían pagar el alquiler del piso en el que residían.

Cuando llegó el verano, dormían todos juntos en varios colchones repartidos en el salón de la vivienda, ya que era la única estancia de la casa que tenía aire acondicionado. Según relata la sentencia, durante la madrugada de 16 de agosto, el condenado realizó tocamientos en sus partes íntimas a la chica.

Ella se giró y se levantó para que cesara su actitud, pero lejos de ello, el penado le levantó la camisa y comenzó a darle besos en la zona de los riñones hasta que la chica se fue al baño.

El ministerio fiscal, en sus conclusiones definitivas, solicitó para el acusado una pena de cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual y una indemnización de 12.000 euros a favor de la víctima. La acusación particular se adhirió a esta petición y la defensa del hombre mostró igualmente su conformidad con la misma.