En una nota de prensa, Cort ha subrayado este viernes que, desde marzo, se empezó la campaña pero por las fuertes lluvias y las altas temperaturas, los tratamientos han avanzado.
Así, el servicio de prevención de plagas realiza un monitoreo del mosquito tigre y un tratamiento a las alcantarillas de la ciudad que consiste en aplicar producto larvicida en aquellos que contienen larvas.
Por otra parte, se trabaja en la inhabilitación de potenciales focos de cría retirando aquellos recipientes donde se puede acumular agua durante más de una semana.
El mosquito tigre está presente desde abril y hasta finales de noviembre, describiendo un pico máximo poblacional entre finales de agosto y primera quincena de octubre.
En las áreas residenciales se estima que casi el 80% de las larvas se ubican en propiedades privadas como jardines o terrazas. Por este motivo, para su control eficaz se necesita la colaboración ciudadana.
En este sentido, desde el Área de Sanidad y Consumo se pide a la ciudadanía que evite en la medida de lo posible pequeñas acumulaciones de agua en jardines y casas.
El área de Sanidad y Consumo ha recordado lo más importante es renovar el agua embalsada que se puede tener en bidones, platos de macetas, canaletas o desagües cada siete días para evitar su proliferación, ya que los mosquitos necesitan agua para poder desarrollarse.
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