El argentino Martín J.O., presunto autor de la muerte de su pareja, Rocío Estepa, en octubre de 2006, ha declarado en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Provincial de Jaén que lo único que quería era que se callara y que sólo recuerda que "no se movía y que tenía las manos en su cuello".

El juicio ha comenzado después de que se designara a un jurado formado por ocho hombres y una mujer que deberán decidir si es culpable de homicidio o de asesinato.

El acusado ha sido recibido a su llegada por familiares de la víctima que le han increpado y le han gritado "asesino".

Acusaciones

El Ministerio Fiscal solicita una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio, y una indemnización por responsabilidad civil al padre de la fallecida de 150.000 euros y 30.000 para cada uno de los dos hermanos.

Lo mismo piden el abogado del Estado y el de la Junta de Andalucía, que se presentan como acusación particular, pero no así el letrado de los dos hermanos de Rocío Estepa, que pide una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato con el agravante de alevosía y parentesco.

La defensa solicita que se le considere culpable de un delito de homicidio imprudente con una pena máxima de 3 años y 60.000 euros de responsabilidad civil para cada uno de los tres familiares de la víctima.

Tras una discusión

Los hechos tuvieron lugar el 12 de octubre de 2006 en el Puente Tablas, un barrio residencial de Jaén, cuando, al parecer tras una discusión entre la pareja, el acusado mató a la víctima, una joven maestra sevillana de 29 años, asfixiándola.

Después llamó a un abogado que conocía para decirle que la había matado y que iba a suicidarse, aunque éste le aconsejó que se entregara a la Policía, por lo que se dirigió a la Comisaría Provincial de Jaén, donde se inculpó de los hechos.

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