A la llegada de los féretros a Getafe, los efectivos del Regimiento deInfantería Inmemorial del Rey Número Uno, interpretaron el himno nacional, la marcha fúnebre, y el himno a los caídos "La muerte no es el final".

También en las pistas se encontraban formados miembros de la unidad delas fuerzas de acción rápida a la que pertenecían los militaresfallecidos.

Asimismo instaló un espacio para los familiares y las autoridades. Tras aterrizar,

se bajaron los féretros uno a uno, después de lo cual fueron transportados hasta los 17 catafalcos situados enuno de los extremos de la pista, junto con sus correspondientes cochesfúnebres.

Los familiares

no pudieron contener las lágrimas y se abrazaron, emocionados, los unos a los otros al paso de los féretros con los restos de sus seres queridos.

El traslado de los féretros se prorrogó durante media hora,después de lo cual se ofició un breve responso. A su conclusiónlos féretros fueron introducidos en los coches que los transladaron al hospitalmilitar Gómez Ulla, donde se practicarán las autopsias, que según elprotocolo deberán hacerse en un plazo máximo de 48 horas.

Al término del acto, Don Juan Carlos y el Príncipe Felipecruzaron unos metros de la pista en la que aterrizó el avión Hérculesde las Fuerzas Armadas que transportó los restos mortales de losfallecidos para saludar, firmes y en posición castrense, a losfamiliares, especialmente a la viuda del sargento Alfredo FranciscoJoga, la también sargento Susana Pérez.

Ella,

vestida con el uniforme de campaña y cubiertos los ojos por unasgafas oscuras, representó el dolor que vivieron las familias de lasvíctimas durante el acto, ya que, a lo largo de la aproximadamentemedia hora que duró el homenaje, se mantuvo agarrada al brazo de unfamiliar.

Pero ese dolor se extendió a los más de cien allegados que acudieronhoy a Getafe, ya que, del silencio pasaban al llanto, y del llanto a ladesolación.

Uno de ellos, al final del acto, mientras las unidades militaresiniciaban la retirada y las autoridades comenzaban a abandonar lapista,

Llegada de los féretros al hospital Gómez Ulla

En las afueras del hospital, unas doscientas personasaguardaban tras un cordón policial la llegada de la comitiva fúnebre,aunque el acceso al centro hospitalario se produjo por una de lasentradas posteriores.

Una vez concluidas las autopsias, los cuerpos se entregarán a lasfamilias para que los velen durante las próximas horas, antes decontinuar los próximos días los actos oficiales, que culminarán,previsiblemente