Este sábado se celebró en Medinaceli (Soria) la tradición del Toro Júbilo, un toro de fuego declarado festejo taurino popular, único en la comunidad a pesar de las protestas que se han realizado estos días contra el maltrato del animal.

Esta fiesta se celebra el segundo sábado del mes de Noviembre en una improvisada plaza que se instala en la plaza Mayor de Mendinaceli. Allí se ata al toro, se le unta de barro y se le colocan las bolas de fuego en los cuernos, tras lo cual se le suelta para ser tentado por los asistentes hasta que se apagan las antorchas.

"El guapo", un toro de tres años y 412 kilos, procedente de Zaragoza, fue el protagonista de una noche que, según el alcalde de la localidad, Felipe Utrilla, algunos estudiosos datan en los íberos.

Sin embargo, el festejo no ha sido siempre igual, ya que entre 1962 y 1977 estuvo prohibido después de que unos reporteros británicos denunciasen su crueldad, llegando a congregarse piquetes de la Guardia Civil para impedir su celebración.

Anoche volvió a celebrarse, a pesar de las concentraciones de la semana pasada de Pacma (partido contra el maltrato animal) y las críticas de asociaciones como El Refugio, que asegura que el terror se apoderó de "el Guapo", que permaneció inmóvil, dominado "por completo" y "presa del pánico".