Según consta en el acta, consultada por Europa Press, durante el estado de alarma esta instalación se ha visto obligada a su cierre, lo que supuso una suspensión de dicho contrato de concesión administrativa para la explotación de bar e instalaciones de la Playa Artificial.

Con el fin de no perjudicar al adjudicatario y que pueda recuperar las posibles pérdidas por las circunstancias ya descritas, se ha ampliado la duración del contrato en 8 meses y 17 días, que también podrá prorrogarse hasta tanto se complete el expediente de contratación con la adjudicación al que resulte mejor postor.

El actual concesionario, durante este periodo, estará obligado a permitir el acceso de los técnicos municipales para realizar las tareas necesarias encaminadas a la preparación del nuevo expediente de contratación, con la prohibición expresa de realizar obras, instalaciones, etcétera que no se consideren indispensables para el desarrollo de la actividad durante este periodo excepcional.