En ese periodo, la cocaína ha pasado a ser la principal sustancia de consumo en el inicio de los tratamientos, mientras que se ha mantenido el número de personas atendidas por problemas con el alcohol con respecto al año anterior. En concreto, han sido 184, 62 mujeres y 122 hombres.

Por su parte, las dos Unidades de Atención y Seguimiento de Adicciones (UASA) que gestiona esta entidad, la de Manuela Sancho, situada en la calle del mismo nombre, y la de Valdefierro, han realizado 1.011 atenciones.

Asimismo, el programa de jóvenes Tarabidán, que tiene como finalidad promover un proceso educativo y de maduración en jóvenes que mantienen comportamientos de riesgo relacionados con alcohol y drogas, crisis adolescente, violencia filio-parental, pantallas, agresividad y problemas de conducta, ha asistido a 109 jóvenes, manteniendo con ellos y sus familias numerosas intervenciones.

El segmento de edad atendido se ha situado entre los 12 y los 25 años y la media de edad ha sido de 18,03. El 78 por ciento han sido varones y el 21 por ciento mujeres, habiendo aumentado las asistencias en estas últimas respecto al año anterior. La mayoría de los inicios de tratamiento han sido por consumo de cánnabis o derivados.

Por otra parte, la fundación ha desarrollado el Programa Familias, con 426 partícipes en actividades y servicios, y un plan de prevención, que combina la atención directa a situaciones de riesgo con adolescentes y jóvenes así como con sus familias, con el trabajo con mediadores en diferentes ámbitos.

PROYECTO HOMBRE

La comunidad terapéutica Proyecto Hombre, que gestiona esta fundación, es un tratamiento residencial que ofrece un itinerario individualizado a personas con trastornos por uso de sustancias y posee 45 plazas públicas.

En 2019, el alcohol ha sido la sustancia principal de consumo, seguido de la cocaína y la estancia media de los usuarios ha sido de siete meses.

La fundación también realiza atención a población penitenciaria, habiendo tratado a 62 personas de la prisión de Zuera, de las que seis han sido derivadas por Instituciones Penitenciarias a la comunidad terapéutica.

La Fundación Centro de Solidaridad ha contado en 2019 con 108 voluntarios, un 71 por ciento mujeres y un 37 hombres, cuya labor consiste en proponer una manera de ser y de actuar y estimular el cambio con su experiencia personal, demostrando que es posible vivir de otro modo.

Esta entidad tiene como misión llevar a cabo tareas de investigación, divulgación y prevención de los riesgos derivados de los diferentes tipos de adicciones y la atención a personas con problemas asociados a las mismas, así como a sus familias, mediante una metodología educativo terapéutica basada en las capacidades del individuo para resolver sus problemas.