Además de aquellos que fallecieron en las batallas o en el frente, en Alicante murieron 1.726 personas víctimas de la represión política que ejercieron ambos bandos, durante y después de la guerra.

Los miembros de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica han enviado una lista al juez Garzón basada en la tesis doctoral de Miguel Ors Montenegro, realizada en 1993. En total, son 721 fusilados (o «paseados») entre 1939 y 1945 en la provincia.

Según los datos de Ors, del 39 a 45 hubo tres fusilamientos por semana de personas que –la mayoría– no militaban en ningún partido y trabajaban en el campo y la industria. La represión más dura se dio en la comarca de la Foia de Castalla, con un 2,72% de la población ejecutada.

A otros 4.205 civiles se aplicó la ley de Responsabilidad Política, que les llevaba a la cárcel o al destierro.

Eso sí, antes de ese periodo, en la guerra, la represión bajo el aún Gobierno republicano acabó con la vida de otros 1.005 alicantinos, según refleja también esta tesis. De ellos, 668 murieron sin mediar juicio, a manos de grupos de partidos de izquierda (PCE, CNT-FAI y PSOE) excepto las formaciones republicanas.

La historiadora Esther López asegura que en Alicante no hay casos de desaparecidos enterrados en fosas comunes durante el franquismo. Podría darse alguno «en el campo de concentración de Albatera», pero aun así (y en esto coincide con algunos miembros de la Comisión Cívica) los familiares «no han reclamado ningún cuerpo» ni los lugareños han sabido indicar los enterramientos, como sí ha ocurrido en otros puntos de España.

Paco Moreno, de la Comisión Cívica, asegura que en  Alicante es posible que exista alguna fosa común pero que «no hay huellas ni nadie recuerda dónde están».

Suicidios y venganzas

Según la tesis doctoral de Miguel Ors, se produjeron muchos casos de suicidio, algunos de ellos falsos, y muchas venganzas personales.

Además, en los campos de concentraciones alemanes (la mayoría en Mathausen) se calcula que fallecieron 129 alicantinos, lista que la Comisión Cívica publica y revisa de vez en cuando por si «algún familiar perdió el contacto con un ser querido y todavía no le ha encontrado».

A principios de este año, el superviviente Antonio Ballesta todavía figuraba en una listas de fallecidos.

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