Treinta ayuntamientos andaluces, entre ellos los 24 que forman parte del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) se han comprometido a combatir de forma activa el uso ilegal de cebos envenenados.

El compromiso se ha hecho público en la presentación de la Red de Municipios Contra el Veneno, una iniciativa pionera en España impulsada por la Fundación Gypaetus en el marco de su Plan de Acción Contra el Uso Ilegal de Cebos Envenenados, y el proyecto europeo LIFE "Acciones para la reintroducción del Quebrantahuesos en Andalucía".

La red es una iniciativa basada en un acuerdo de colaboración con los 30 municipios comprendidos en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el  Parque Natural Sierra de Castril (Granada) y sus áreas de influencia.

Compromisos

Los ayuntamientos se comprometen a luchar de manera activa para la prevención y erradicación de esta práctica delictiva, para lo cual, la Fundación Gypaetus les ofrece de forma gratuita todo el asesoramiento técnico y jurídico necesario.

Los firmantes se comprometen, entre otros aspectos, a personarse como acusación particular en los procesos judiciales abiertos por uso ilegal de veneno en sus municipios y a informar a sus vecinos de los riesgos para la salud y el medio ambiente, así como las consecuencias legales, que entrañan el uso de estos cebos.

Así se espera disminuir el número de especies y ejemplares afectados; hacer entender que utilizar cebos ilegales es un delito y en ningún caso un método de control de predadores; y conseguir liderazgo y autonomía para los ayuntamientos en la lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados.

Rechazo social

Además de ofrecer herramientas ágiles y de calidad para el desarrollo de acciones que se materialicen en la protección de las especies y ecosistemas; que haya un mayor celo y rechazo social; endurecimiento de las penas; y promover el trabajo intermunicipal para optimizar el aprovechamiento de recursos, materiales y estrategias.

El uso de cebos envenenados supone una de las principales amenazas para los recursos naturales de las sierras andaluzas, causando la muerte, no sólo de ejemplares de algunas de las especies protegidas andaluzas más emblemáticas, como el quebrantahuesos o el lince, sino también de cientos de animales domésticos cada año.

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