Pau Donés dejó arreglada su herencia para que beneficiase a su hija y a su hermano Marc

El cantante Pau Donés (archivo)
El cantante Pau Donés (archivo)
Eduardo Parra - Europa Press - Archivo
El cantante Pau Donés (archivo)

Menuda semana más aciaga. Tras la muerte de Pau Donés ha seguido el fallecimiento este mismo jueves de Rosa María Sardá. En ambos casos ha sido el cáncer el que ha acabado con la vida de sendas personalidades tan apabullantes como llenas de una tremenda alegría de vivir. Y sin embargo, centrándonos en el vocalista de Jarabe de Palo, aceptó su final e hizo todo lo posible por dejarlo todo solventado antes de marcharse.

Como conocía la inevitabilidad de lo que se avecinaba, decidió dejar de medicarse y grabar un último álbum, pero el autor de éxitos eternos como La flaca, Depende o El lado oscuro quiso también arreglar cada uno de sus asuntos para beneficiar a su familia.

Prácticamente cualquiera a quien se le pregunte conoce el legado musical de Donés, pero su herencia cubre mucho más terreno. Para empezar, su discográfica, que montó a finales de los años 90. Se llama Tronco Records y se definía como "la República Independiente de Jarabe de Palo".

Esto era, como describe su propia página web, porque buscaba "mantener la independencia creativa y gestionar todo lo referente a la actividad artística de la banda. Es decir, discos, booking, management y publicidad". Pau lo consiguió siendo él el adminsitrador único, aunque a primeros de marzo cambió las escrituras, nombrando como administrador solidario a su hermano Marc.

Marc ha sido su apoyo desde que ambos trabajasen en publicidad, hace algo más de 25 años. Él será el encargado de que las cuentas sigan tan saneadas como en 2018, cuando declaró unos beneficios en torno al millón de euros, aunque hace pocas semanas realizaba una ampliación de capital de 300.000 euros. Sin embarrgo, el patrimonio es mayor, alcanzando alrededor de los seis millones.

Esto se debe a las diversas propiedades que poseía el cantante en Formentera, Barcelona y el Valle de Arán, a las que hay que sumar las que estaban directamente a su nombre, también en la comarca pirenaica, en Montanuy, Huesca, el pueblo de su padre, y en el Paseo de Gracia de la capital catalana. Estas serán las que pasen a manos de su hija Sara.

Una de ellas, sin embargo, está a la venta. Se trata de "la propiedad más espectacular de todos los Pirineos", como la define el portal Idealista, cuesta 2.300.000 euros y se encuentra en el Val d'Aran.

Pau Donés, que junto a Marc también administraba de forma solidaria Casa Alena Bichos y Verduras S.L., una empresa centrada en la compraventa de bienes inmobiliarios, hizo la carrera de Economía y trabajó en publicidad antes de dar el salto a la música.

Él mismo lo definía así en una entrevista con Noticias de Castilla y León (y eso que Pau Donés escribió lo que pensaba de los periodistas musicales... y sin mencionar a Loquillo): "Tengo muy buen recuerdo de los 25. Yo estudié Económicas, empecé a trabajar en una agencia de publicidad, y a esa edad dejé todo para dedicarme a la música. Monté un taller de escenografía con mi hermano Marc, empecé a componer los primeros temas y a los 30 presentamos las primeras demos y grabamos el primer disco".

"Tengo muy buenos recuerdos de esos años, fueron estupendos porque me salí de mi ruta, que era la de ser economista y ejecutivo publicitario, para hacer lo que yo quería hacer, dedicarme a la música que es mi verdadera vocación. En ese momento, también es verdad que me encuentro con la parte del negocio agresivo de la música. Un negocio muy potente y rentable donde el producto éramos nosotros. Conseguimos gestionar nuestra carrera gracias a vender muchos discos y el haberlo hecho nos ha permitido llegar donde queríamos logrando que Jarabe de Palo, después de 20 años, sea un grupo que siga estando muy vigente en el panorama musical", recordaba.

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