Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha doblado entre el 14 de marzo y el 30 de mayo -correspondientes a la fase COVID- el número de personas acogidas respecto al mismo periodo de 2019. El 90 por ciento de las personas atendidas en esta fase necesitaban ayuda urgente para la alimentación, mientras que 35% han sido personas que nunca habían sido atendidas por Cáritas.

Según la memoria COVID-19 que ha presentado este miércoles la organización, un total de 8.478 personas han sido acogidas en las Cáritas de toda la diócesis, 609 han sido atendidas en el servicio de empleo y 161 personas en albergues y viviendas tuteladas y se han registrado 7.679 comidas preparadas para llevar.

Así mismo, la Memoria destaca que 36 personas han encontrado un empleo en los nichos laborales aflorados por la emergencia y más de 90 personas han contactado con Cáritas para hacer voluntariado en estos meses.

Además, se ha creado, a iniciativa de la Diócesis, un Fondo ante el COVID-19 destinado a prestar ayuda a las Cáritas parroquiales, arciprestales o interparroquiales cuando éstas no pueden cubrir con fondos propios las peticiones de personas o familias necesitadas.

ATENCIONES EN 2019

Por lo que se refiere a la Memoria de Actividades de 2019, Cáritas atendió y acompañó durante el pasado año a 14.536 participantes -un 17% más que el año anterior- y hubo 25.537 personas beneficiarias -un 7% más-.

Los datos indican que la pobreza y la vulnerabilidad social siguen creciendo, incluso entre aquellos que han encontrado un puesto de trabajo. Según Cáritas, se ha intensificado la cronificación estructural porque la exclusión o el riesgo de sufrirla se hereda de padres a hijos y se mantiene en el tiempo. Además, señala que los pobres son "cada vez más pobres", es decir aumenta la brecha entre ricos y pobres. "Se produce una 'espiral de pobreza' en la que un factor alimenta a otro y hace que cada vez sea más difícil extraer a esa familia del espacio de la exclusión al espacio de la integración", ha añadido.

El perfil que llega a Cáritas es el de familias o personas que viven en hogares donde no entra ningún salario, por empleo, o éste es precario, jóvenes y menores de familias en exclusión social, personas drogodependientes, enfermos crónicos, personas en situación de sin hogar, personas mayores e inmigrantes -se ha detectando durante el 2019 un aumento de familias procedentes de países de Latinoamérica como Venezuela, Honduras y Colombia.

"Estas personas duplican el riesgo de pobreza y de exclusión social como resultado de un marco legal que dificulta su acceso al trabajo, lo que dificulta afrontar los gastos básicos como la vivienda, la alimentación o el vestido", apunta Cáritas.

Por otra parte, el 52% de las mujeres acompañadas en los proyectos de mujer permanecen una media de 3 años en los recursos de Cáritas. "Son familias cuyas condiciones de vida han sufrido dificultades en diferentes dimensiones que necesitan acciones integrales en varias de las dimensiones afectadas, lo que explica que los acompañamientos se prolonguen en el tiempo y sean cada vez más intensos", ha subrayado la organización.

Cáritas Diocesana ha dedicado el 84% de sus recursos a los proyectos de Acogida y Acompañamiento para atender las necesidades básicas y de promoción de "una población expulsada que acumula una gran cantidad de dificultades y problemas, intentando frenar que la espiral de la exclusión siga expulsando a estas personas de la sociedad".

Con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi, Día de Caridad, el próximo 14 de junio, Cáritas ha solicitado la colaboración económica de la comunidad cristiana para sostener su actividad socio-caritativa. Por ello, todas las colectas del día del Corpus, como también las de los primeros domingos de mes, se destinan a las más de 97 Cáritas Parroquiales, 6 Cáritas Interparroquiales y a Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón.