En concreto, los aforos de las playas se van a definir en un código de colores de semáforo, de forma que el nivel verde indicará que la ocupación permitida es menor al 50%; el nivel amarillo, entre el 50% y el 75%; y el nivel rojo, mayor del 75%.

Las normas de uso de playas que contempla el plan consisten en utilizar las entradas y salidas de sentido único señalizadas, evitar aglomeraciones y no permanecer en la zona de baño más de tres horas, guardar la distancia social de dos metros en el agua y la arena, pasear por la orilla en el sentido de circulación previsto y usar las duchas por turnos individuales.

Además, se prohíben los deportes colectivos, como el fútbol o las palas, y se recomienda no llevar sombrillas, colchonetas o sillas de playa salvo que sea estrictamente necesario.

El plan, que ha sido presentado este miércoles en rueda de prensa, también incluye normas generales como evitar aglomeraciones, extremar la higiene personal y depositar los residuos en los contenedores de la salida. En el caso de no poder garantizar la seguridad en alguna playa, el Ayuntamiento podrá decretar su evacuación o cierre inmediato.

Los espacios de aplicación de estas medidas son las playas de Brazomar, Dícido (Mioño), Ostende (El Matadero, Punta Estebanot y Peru Zaballa), Arenillas (Islares) y Oriñón; así como la cala del Berrón (Ontón), el Solarium del Don Luís y El Pedregal.

En el caso de las playas de Brazomar y del Solarium, se establecen como 'playas dinámicas' y únicamente se permite el paseo por la orilla y bañarse a partir de las 15.00 horas y hasta el día siguiente.

PATRULLA DE PLAYAS

Para el cumplimiento de las medidas, se pondrá en marcha una patrulla de playas, cuya presencia se entiende "especialmente importante" en los entornos de Brazomar, Solarium y Ostende.

Su función consistirá en estar presentes a diario en estos entornos, informar a la ciudadanía de las medidas generales y particulares para su correcto uso, instalar y retirar cada día la delimitación del acceso a la playa (un sistema de estacas que delimite un carril de acceso de unos 2 metros de ancho y 25 metros de largo), y revisar el aforo de cada lugar en tiempo real, para lo que deberán hacer una estimación bien con el número de usuarios que han contado al entrar, o bien mediante conteos de los usuarios en cada momento.