A través de una nota de prensa, el nuevo grupo gestor ha anunciado que ha pedido a la Delegación del Gobierno de Asturias que restablezca la normalidad cuanto antes para garantizar la seguridad del resto de trabajadores que acudían a la planta para desarrollar su trabajo.

La compañía se reafirma en que acciones como ésta impiden el desarrollo del proyecto, lo que puede "hacer peligrar su hoja de ruta" y, por tanto, el futuro de todos los empleados. Asimismo, acciones interesadas como las del Comité de Avilés proyectan una "mala imagen" de la industria hacia el exterior, lo que puede perjudicar la viabilidad de otras plantas de aluminio en España.

La compañía exige "el cese inmediato" de estas acciones en beneficio del futuro del proyecto, del empleo y de la producción. Ha recalcado, también que hasta ahora se ha cumplido con las obligaciones contraídas con los trabajadores, "pese a los constantes ataques recibidos".

La nueva directiva ha reiterado que el objetivo es el mantenimiento de la producción y el empleo transformando las plantas hacia un modelo de aluminio sostenible. Tras dos meses de gestión, ha optimizado y mejorado los procesos de las plantas, ha aumentado la producción y su objetivo es que las mismas "sigan funcionamiento a pleno rendimiento con los empleados trabajando".

La compañía ha confirmado que en estas semanas anteriores se han concretado las inversiones del primer capítulo del plan industrial y se ha cerrado acuerdos con proveedores estratégicos del sector que pueden verse afectados por estas movilizaciones.

Además este lunes, se ha realizado la entrega del primer horno físico en la planta de Avilés para el departamento de control de calidad de chatarras.