La central nuclear de Cofrentes (Valencia) acumula 240 sucesos notificables de seguridad desde 1990, lo que la sitúa a la cabeza de España en lo que a estos incidentes se refiere. En total, el parque nuclear español lleva registrados 1.500 incidentes en los últimos 18 años.

Lo más preocupante, según José Luis García Ortega, de Greenpeace, es que cada vez más aumenta el riesgo de que se produzca uno "grave". De hecho, la instalación se encuentra en parada desde el pasado 24 de octubre para revisar cableado, después de que se activara la prealerta de emergencia.

Según los ecologistas, "la central nuclear de Cofrentes está en el final de su vida útil técnica, y su pésima experiencia operativa demuestra que no reúne las condiciones para continuar su funcionamiento más allá de 2011, año en que finaliza su permiso de explotación". Prolongar este permiso, afirmaron, sería "arriesgarnos demasiado y tirar el dinero".

Para evitar "un nuevo accidente que sería como el de Chenóbil", según el portavoz de Greenpeace, varios grupos ecologistas han emprendido la campaña Yo soy antinuclear, con la que dan respuestas a "las mentiras del lobby nuclear" y piden el cierre de estas instalaciones en el conjunto del país. Entre las reivindicaciones de la campaña, a las que se pueden sumar los ciudadanos, se encuentran llegar al año 2020 con un 0% de energía nuclear y que el 50% de la electricidad provenga de fuentes renovables en ese plazo.

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