Cómo introducirse en el maravilloso mundo de las sombras chinescas

Hacer figuras con las manos y proyectar su sombra puede ser todo un arte.
Hacer figuras con las manos y proyectar su sombra puede ser todo un arte.
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Hacer figuras con las manos y proyectar su sombra puede ser todo un arte.

Las sombras chinescas proceden de las antiguas artes del teatro de títeres y marionetas. Se desarrollaron en Oriente y representaron un recurso dramático con el que creaban espectáculos casi mágicos. Este arte consiste en crear figuras, estáticas o en movimiento, colocando las manos u otros objetos entre una fuente de luz y una superficie clara. Actualmente se ha convertido en algo muy popular en todo el mundo, pudiendo convertirse en un divertido juego para mayores y pequeños.

Todos los niños han probado alguna vez a hacer figuras básicas con las manos, como patos o mariposas. Los animales son algunas de las figuras más entrañables y sencillas con las que comenzar, ya que sabiendo cómo colocar las manos y con un pequeño movimiento, pudiera parecer que cobran vida. Un divertido juego para hacer en familia es aprender unas cuantas siluetas de animales e inventarse un cuento o una fábula con ellas mientras se proyectan las sombras. Sin embargo, las posibilidades son infinitas: figuras humanas, dragones, casas, árboles…; cualquier cosa es posible.

Para hacerlo se necesitarán:

  • Un par de manos
  • Una superficie lisa y de color claro, como una pared o una sábana
  • Una fuente de luz, como una lámpara o una linterna
  • Adicionalmente, se pueden utilizar objetos para crear ilusiones más elaboradas

Aprender y ensayar algunas figuras, pensar en una historia y hacer volar la imaginación serán los ingredientes más importantes. Aquí, algunas ideas para empezar:

1. El pájaro. Cruzar los pulgares y abrir las manos con todos los dedos, excepto los pulgares, juntos. Al mover arriba y abajo los dedos que permanecen juntos, parecerá que vuela.

2. El perro. Se deben juntar las dos manos, cruzar los dedos índices y dejar los pulgares hacia arriba. Después, hay que separar y juntar los dedos meñiques del resto. De esta forma, se formará una cabeza de perro capaz de ladrar.

3. El conejo. Cerrar la mano izquierda en un puño dejando el dedo índice ligeramente abierto. Después, colocar los dedos índice y corazón de la otra mano encima, a modo de orejas. Moviendo ligeramente los dedos de la mano derecha y el índice de la izquierda, el conejo cobrará vida.

4. El vaquero. Se levanta la mano izquierda con todos los dedos juntos excepto el pulgar. A continuación, se pone la otra mano igual pero de forma perpendicular. Ambas manos se juntan y se agarran con los dedos. Se extiende el dedo pulgar de la mano izquierda y el índice de la derecha, que servirán para darle forma al gorro del vaquero. A continuación, se baja ligeramente el dedo meñique de la mano derecha separándolo de los dedos corazón y anular de forma que se cree una boca. Con solo mover arriba y abajo el meñique, el vaquero parecerá que habla.

5. El monstruo. Se colocan las yemas de los dedos corazón de ambas manos sobre las uñas de los índices, de manera que se formen dos ojos. Se juntan los pulgares para que se toquen ligeramente para formar la boca. Los dedos anulares y meñiques se bajan ligeramente para formar los dientes del monstruo.

Ahora toca apagar las luces y disfrutar del espectáculo.

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