Reino Unido roza los 40.000 muertos por COVID-19 y suma otros 1.800 contagios

Dos enfermeras atienden a un paciente de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Frimley Park, en Surrey, Reino Unido.
Dos enfermeras atienden a un paciente de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Frimley Park, en Surrey, Reino Unido.
STEVE PARSONS / EFE
Dos enfermeras atienden a un paciente de COVID-19 en la unidad de cuidados intensivos del hospital Frimley Park, en Surrey, Reino Unido.

El Reino Unido comunicó este jueves 176 nuevas muertes por COVID-19, hasta un total de 39.904 desde que comenzó la pandemia, y ha detectado 1.805 contagios en 24 horas, según los datos divulgados por el Ministerio de Salud.

Las autoridades sanitarias procesaron 220.057 pruebas diagnósticas en la jornada del miércoles, una cifra que incluye test de anticuerpos, que permiten conocer si alguien ha superado ya la enfermedad.

Las escuelas primarias y algunos comercios al aire libre han retomado la actividad esta semana en Inglaterra, que se prepara para reabrir el resto de comercios no esenciales el próximo día 15.

El ministro de Transporte, Grant Shapps, afirmó en una rueda de prensa que la recomendación del Gobierno continuará siendo evitar en lo posible el transporte público.

En caso de que sea inevitable utilizarlo, cubrirse el rostro será obligatorio en Inglaterra a partir de el día 15, añadió. Mientras que hasta ahora el uso de mascarillas o piezas de ropa para cubrir el rostro estaba recomendado, Shapps anunció que los pasajeros verán ahora denegada su entrada en trenes, autobuses y otros medios de transporte públicos si no cumplen con esa medida.

La policía tendrá la capacidad de multar a aquellos que no se cubran en el transporte, dijo el ministro, que subrayó sin embargo que espera que no se llegue a esa situación -"¿Por qué alguien no querría hacerlo?", se preguntó-.

El ministro subrayó que espera dar un impulso al uso de la bicicleta como medio para desplazarse y avanzó que durante este mes anunciará subvenciones para costear la reparación de ese tipo de vehículos. 

La desescalada que ha puesto en marcha el primer ministro, Boris Johnson, en Inglaterra levanta recelos en ciertos ministerios, que reclaman más celeridad, mientras que algunos asesores científicos del Ejecutivo la ven prematura y alertan de riesgos de un rebrote.

El jefe de Gobierno arrastra, además, la rémora de haber mantenido en el cargo a Dominic Cummings, su principal asesor, que indignó a la opinión pública al saltarse las normas del confinamiento en el pico de la pandemia.

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