"Ha tenido un gran valor porque los profesores se han puesto las pilas". Con esta frase, la rectora de la Universidad de Málaga (UMA), Adelaida de la Calle, resumió ayer para qué sirve la encuesta anual de opinión del alumnado sobre la actuación del profesorado.

En la del curso pasado, la UMA sigue mejorando en todos los aspectos respecto a años anteriores (se mide desde el 2004/05), porque el 90% han logrado pasar el rasero de los estudiantes, pero 178 (10%) de los valorados no logra siquiera un aprobado. Un dato significativo para la institución y para la propia carrera del docente, ya que para obtener la acreditación nacional y poder ejercer, el aprobado en este censo supone 8 puntos de los 65 (sobre 100) que deben conseguir.

Es más, de esos 178 suspensos 17 (40%) son reincidentes en su valoración negativa. Para ellos, De la Calle volvió a acudir a la indulgencia: "Se conversa con ellos para que al año siguiente consigan mejorar". Y un dato curioso a nivel andaluz: los profesores con mayor índice de alumnos cateados no son los que obtienen peores calificaciones.

En el lado positivo, alcanzan el sobresaliente un 16% de los profesores y la nota media global se sitúa en un 7,62; 0,3 puntos por encima que hace cuatro años. Los profesores destacan, sobre todo, en el cumplimiento de sus obligaciones docentes (impartir las clases los días establecidos y en hora, informar de las ausencias, etc.), pero puntúan un poco menos (6,98) en el apartado de motivación (favorecer el trabajo en grupo, estimular el aprendizaje autónomo o hacer interesantes las clases).

Resalta, por demérito, el nivel de asistencia a las tutorías (único aspecto en el que suspenden, 4,3), que el director del Centro Andaluz de Prospectiva (encargado de la encuesta), Antonio Pascual, calificó ayer como la “gran debilidad que habrá que corregir” por las dos partes: profesores y alumnos.

Menos alumnos, valoración más alta

Entre las diez primeras titulaciones con la valoración más alta del alumnado no aparece ninguna de las que cuentan con más matriculados. La razón es que para el profesor es “más fácil conseguir la atención de pocos alumnos”, afirma Pascual. Por eso, Filología Clásica, Ciencias Actuariales y Financieras, Podología o Historia del Arte lideran este ranking. ¿Y cuáles son las titulaciones peor valoradas? Pues la UMA no responde y sólo aclara que ninguna suspende. La nota más baja es un 6,94.