Batet da un toque de atención a los portavoces y les pide que suavicen el tono de sus intervenciones

  • Álvarez de Toledo lo rechaza: "Basta ya de aceptar y de pedir perdón a los totalitarios por ser demócratas".
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
EFE/Chema Moya
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

El grado de crispación y polarización del debate público, y también del parlamentario, ha llegado en las últimas semanas a un nivel muy alto, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, quiere que las aguas vuelvan a su cauce. Para ello, Batet ha mantenido durante la pasada semana conversaciones con los portavoces de los grupos parlamentarios para pedirles que rebajen el tono agresivo de sus intervenciones, aunque para comprobar si esas conversaciones han dado resultado habrá que esperar hasta este miércoles, cuando se celebra un nuevo pleno.

La intervención de Batet se ha producido después de una tensa semana que ha servido como colofón a varios meses de escalada de tensión. En el pleno de la semana pasada, la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, acusó al padre del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, de ser un "terrorista", acusación que no solo no quiso retirar cuando se le requirió, sino que ha repetido en varias ocasiones posteriormente. Y apenas un día después, Iglesias acusaba a Vox en sede parlamentaria de querer dar un "golpe de Estado".

Por ello, y aunque fuentes parlamentarias insisten en desvincular las llamadas de Batet de "ningún episodio concreto", la presidenta se ha visto en la obligación de pedir telefónicamente a los portavoces de todos los partidos que rebajen el tono para "no perder el respeto por el resto de oradores y por la ciudadanía". Batet informó este martes en la Junta de Portavoces de estas conversaciones, y aseguró que los ciudadanos "miran en estos momentos al parlamento y esperan encontrar soluciones y alternativas".

La propia Álvarez de Toledo ya confirmó este martes que había recibido una llamada de Batet, que según aseguró la dejó "sorprendida". A su juicio, que Batet pida decoro parlamentario y respeto entre los portavoces es solo una muestra más de "la vieja mordaza con la que el Gobierno pretende callar a la oposición", por lo que ha asegurado que no piensa rebajar el tono de sus intervenciones. "Basta ya de aceptar y de pedir perdón a los totalitarios por ser demócratas", espetó la portavoz del PP, que exigió a la presidenta que no sea la "correa de transmisión" de la Moncloa.

Iglesias, por el contrario, sí asumió hace unos días que cometió un error en el Congreso al decir que Vox querría dar un golpe de Estado, pero no se "atreve". No obstante, el vicepresidente segundo del Gobierno aseguró que el contenido de sus palabras era "verdad", y señaló que su equivocación había sido verbalizarlas porque habían quitado el foco de la aprobación del ingreso mínimo vital.

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