El número de nuevos diagnósticos de coronavirus en España ha tocado mínimos este lunes tras una nueva bajada cuando se cumple una semana del cambio en la forma de presentar los datos del Ministerio de Sanidad, que dificulta cualquier comparación entre las cifras que se han conocido los últimos siete días y la serie anterior.

Así, el último dato disponible habla de 71 diagnósticos en el último día, 25 menos que la jornada anterior. En los informes correspondientes al fin de semana (recordamos que los datos que se conocen cada día corresponden a recuentos del día anterior), se han producido importantes caídas en todos los indicadores. 

Si el sábado se informaba de 271 nuevos contagios, esta cifra se desplomó hasta 96 el domingo y ha vuelto a caer, hasta 71, este lunes.

Asimismo, de los 2.760 casos diagnosticados en la última semana -más de la mitad de ellos entre Cataluña y la Comunidad de Madrid- solo 268 habían iniciado síntomas en ese periodo.

Además, entre este lunes y el domingo no se ha registrado ninguna nueva muerte, por lo que el número oficial de personas que han fallecido por coronavirus desde que comenzó la epidemia sigue siendo de 27.127. Con fecha de defunción en los últimos siete días se ha informado este lunes de 35 fallecimientos, cuatro menos que el día anterior. 

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Cuando se analizaban las oscilaciones en la serie antigua de datos se observaba que los fines de semana las caídas en las cifras eran habituales, mientras que los martes (día en el que se conocen las cifras del lunes) lo eran los repuntes. Las cifras de estos dos últimos días apuntan en esa misma dirección.

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Teóricamente, este lunes sería la primera fecha en la que no se registran nuevos fallecidos en lo que va de epidemia, aunque este extremo resulta difícil de constatar tras el cambio en la metodología. 

Los datos de muertes que publicaba a diario anteriormente el Ministerio de Sanidad correspondían a los fallecimientos notificados el día anterior, no con fecha de defunción el día anterior. Este indicador incluía también muertes con fechas de defunción anteriores, por lo que se mezclaban muertes antiguas con otras más recientes.

Desde el cambio, se publica el dato de fallecidos con "fecha de defunción en los últimos siete días" y cada jornada se informa del número total de muertes desde que comenzó la epidemia, que se va actualizando solo con las defunciones fechadas en el día anterior. De ahí es de donde procede esa cifra de cero muertes.

Esto explica por qué comunidades como Madrid han informado de nuevas muertes en el último día a nivel autonómico (se trata de decesos notificados ese día, no con fecha de defunción en el último día) que no se corresponden con el dato de Sanidad.

Además, también puede ocurrir que, según pase el tiempo, las comunidades autónomas vayan conociendo casos de defunciones por Covid-19 confirmadas que correspondan a este lunes, aunque desde Sanidad lo consideran poco probable. 

"Puede haber algún retraso que nos puede llegar mañana la notificación, eso podría pasar. En este caso no es probable que suceda", ha explicado en rueda de prensa Fernando Simón, director del centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

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Según ha explicado Simón, los datos conocidos de la epidemia "van con una muy buena evolución y nos mantienen en una posición en la que podemos ir abriendo progresivamente las medidas de restricción". El epidemiólogo ha asegurado que se mantiene "la misma tendencia que hemos observado en estos últimos días, ya semanas".

Sin embargo, Simón ha advertido sobre el peligro de ciertas conductas que pueden poner en peligro lo conseguido hasta ahora. "No podemos bajar la guardia. Cualquiera de estos brotes que, por la razón que sea, no se identifican y que pueden implicar transmisiones consecutivas fuera de los territorios afectados podrían suponer de nuevo un incremento masivo de casos sin detectar el origen que nos pondría de nuevo en una situación muy peligrosa".

"Esos botellones, esas fiestas más grandes de lo que se debe", ha proseguido el médico, "tenemos que tratar de evitarlas". "Es cuestión de un margen de paciencia. Se van abriendo las cosas progresivamente no hay que pasar de cero a todo en dos días", ha defendido el epidemiólogo, que ha llamado a un pequeño esfuerzo más para reducir al mínimo la transmisión. 

"Esperando ese poquito podemos eliminar el riesgo que nos queda y centrarnos en el que vendrá [en referencia a la llegada de turistas del extranjero]", ha concluido.