Gus, el perro de nueve meses de edad que ganó el título de Perro más feo del Mundo hace poco, ha fallecido víctima de un cáncer de piel, según The Telegraph.
Este perro no tenía pelo excepto en un pequeño mechón en la cabeza y había perdido un ojo en una pelea con un gato. Además, a Gus le habían tenido que amputar una pata por un tumor de piel.
Su historia era también triste. Había sido rescatado por una madre y su hija cuando se enteraron que el cachorro estaba encerrado en una jaula en un garaje.
Cuando ganó el premio, su dueña afirmó que el montante del galardón sería destinada a la terapia del perro.
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