Miles de conductores, sobre todo a los que diariamente los atrapa el tapón de Guadalmar, sueñan con la segunda ronda oeste o hiperronda desde hace más de una década. Exactamente desde 1996, cuando se anunció su construcción.

Si no hay retrasos este sueño se hará realidad en diciembre de 2009 . En la actualidad, hay más hiperronda en los planos de los técnicos que en la realidad.

Su trazado por el norte de la barriada de Puerto de la Torre (uno de los cuatro tramos en los que se ha dividido su construcción hasta Torremolinos) es aún una serie de desmontes, pistas de tierra y estructuras a medio hacer. Pero incluso antes de que pise el primer coche, lo poco que hay ya atrae la mirada de muchos.

Hasta el inicio de las obras en mayo de 2007, esas lomas de matorral bajo y arboledas de acebuches (olivo silvestre) y encinas hacían las delicias de aficionados al motocros y vehículos tipo quad. Ocasionalmente se dejaban ver excursionistas y ciclistas. ç

Todos siguen usando los caminos (e incluso el trazado abierto), pero a ellos se suman los curiosos de fin de semana. Porque ya se ven erguidas las imponentes estructuras que aguantarán el peso de los seis viaductos de su recorrido, uno de los más avanzados junto al otro extremo, en el Palacio de Congresos de Torremolinos.

Una compleja orografía

El tramo entre Puerto de la Torre y La Virreina (donde conectará con la autopista de peaje que se construye al norte de Las Pedrizas) tiene una longitud de 6,3 kilómetros pero atraviesa una complicada orografía. Para ello son necesarios seis viaductos –de los nueve proyectados– además de cuatro pasos superiores y dos inferiores, y un puente sobre el arroyo España.

Es el único trayecto de la hiperronda diseñado con dos carriles por sentido aunque hay espacio para una futura ampliación.

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